4/19/2009

¿Fin de ciclo?

Para RAM, copartícipe en alguna de las hojas de mi libreta, Moleskine, negra



Buscando, a la que vez que trasteando un poco, unos papeles en el cuarto del ordenador me he encontrado una gruesa carpeta con unos folios escritos a mano por mí, y una serie de post it de colores con anotaciones referentes a una novela que tanto en mi vida personal como en la literaria ha tenido influencia notable, me refiero a “Nubosidad Variable” de Carmen Martín Gaite. La curiosidad en un principio me ha llevado a hojear todo lo anotado y ello me ha incitado a buscar directamente el libro, el cual –y ha sido una sorpresa doble, pues me he encontrado con un ejemplar que no recordaba tener-, al ojearlo, me ha abducido una vez mas metiéndome de lleno en la lectura –relectura- , ha sido de un tirón con la paradas necesarias para saborearlo y hacer alguna que otra anotación.
El libro narra el reencuentro de dos amigas de la infancia y adolescencia después de mucho tiempo de separación. Para mí ha sido como un salto de trampolín hacia el terreno de la amistad que últimamente anda algo resquebrajado, pero, como estoy en pleno proceso de transformación personal –ver entradas anteriores de este blog- intento ver las cosas de diferente forma. Creo que esta novela a la que he recurrido en muchas ocasiones -a veces pienso que ha sido ella la que ha venido a mí-, ¿con esta última lectura doy por comenzado? el final de un ciclo que ha estado compuesto por muchos factores negativos, dado que en estos momentos siento que algo diferente comienza a crecer en mi interior, los sentimientos quieren cobrar vida de nuevo, la ilusión se hace notar y… Pero creo que lo que siento lo refleja Sofía perfectamente en esta cita: “comprendí que hay que mirar las cosas desde fuera para que el desorden se convierta en orden y tenga un sentido.
Todo se entiende de otra manera. Quizás el hecho de recurrir de forma inconsciente a Sofía y Mariana me hace preguntarme ahora si he estado estancado en el pasado, y si los pensamientos los tenía tan atrofiados y desordenados que no me dejaban ver otra cosa, es como si estuviese dando vueltas en un circulo vacío y viciado.
De la relectura vuelvo a sacar nuevas conclusiones, nuevas anotaciones, nuevas formas de ver hechos de algunos de los personajes (míos también), pero la esencia de la historia y mi interés hacia ella continúa intacto: lo que conlleva la palabra amistad y la forma de encarar los problemas cada persona. La autora nos refleja de forma muy simple y directa problemas comunes a todos los seres humanos: el engaño por amor, la soledad del profesional incapaz de mostrarla delante del paciente, un matrimonio agotado y sin fuerzas para terminarlo… Las protagonistas presentan también una vida agrietada, desilusionada; dueñas de una impuesta comunicación personal con los suyos o el entorno que las rodea. Creo que la primera vez que leí el libro fue por el año noventa y seis, y ya me impactó la manera tan sutil de tratar los problemas de dos mujeres de edad madura así como la forma que lo desarrolla tan fantásticamente la autora, la correspondencia y ejercicios de redacción. Próximamente volcare aquí un resumen sobre la novela.
Me ha resultado llamativo que las dos ediciones que este libro que poseo son ediciones facsímiles, que con el tiempo tomaran un color añejo y tacto áspero. Ambos ejemplares son el primer volumen de una colección de narrativa hispánica de venta semanal y de los cuales solo compre el primer número. El primer ejemplar es de color rojo y el segundo de color azul el cual no me acordaba de tenerlo, al releer este ejemplar he subrayado cosas que también tenía resaltadas en el primero, lo constato ahora que, al momento de escribir estas líneas, he ido a por él en la estantería donde reposa. Me llama la atención ver cómo hay cosas que no cambian, y tanto en uno como en otro están subrayas o con observaciones al margen, y observar cómo notas pasadas han perdido el valor que tenía en su momento; así como las que ahora subrayo perderán su importancia dentro de un tiempo.

El ciclo de Nubosidad Variable se cierra, así como un ciclo en mi vida está tocando fin, pero no con un portazo definitivo, sino temporal, abierto, para recurrir a él cuando necesite alguna herramienta literaria. Como simbolismo de la amistad, queda aparcado, pues veo las cosas desde otra perspectiva.

Miguel

2 comentarios:

Clara dijo...

Como te comenté, yo también hace tiempo que lo leí y viendo tus comentarios creo que haré una relectura.
Es un libro que deja huella.
Feliz semana,
Un beso,

T.M. dijo...

La vida son ciclos. Y cuando acaba uno, deberíamos estar ilusionados por poder empezar de nuevo, reinventarnos. Y pa lante.
Me gusta tu blog.
saludos.