6/02/2009

Era...

Era como si oyera que mi destino me llamaba, pero cada vez que trataba de escucharlo, descubría que hablaba en un idioma que no entendía.

El Palacio de la Luna
Paul Auster

3 comentarios:

T.M. dijo...

Pués si no lo entendías, es que no era tu destino...
Un beso.

Clara dijo...

El destino no escucha... solo actua sin pedir permiso.
Un beso,

Anónimo dijo...

Normalmente nuestro destino va en consonacia con nosotros mismos.Nosotros lo forjamos.Éste nos deparará lo que nos hayamos buscado. En algunas ocasiones juega con nosotros y nos gasta malas jugadas.Maite