10/17/2009

Dos palabras

Acabo de comenzar un curso de literatura creativa y, como primera tarea, hay que escribir un texto a partir de un “binomio fantástico”, es decir, a raíz de dos palabras elegidas al azar. Mi ejercicio ha desatado diversas opiniones en clase: que he hecho trampa, que no he usado las palabras, que he sido original… Opiniones dispares que me han gustado, pues a veces lo importante es provocar para aprender de lo expresado por otros compañeros. Aquí tenéis el texto. Espero vuestros comentarios u opiniones.



DOS PALABRAS
¡Qué cosa más complicada! Tengo que escribir una historia partiendo de dos palabras que cada alumno ha escogido a su libre albedrío y ha escrito en dos papeles blancos de tamaño no muy grande y de forma cuadrada. Después, esos papelitos han sido doblados tres veces hasta quedar reducidos a tamaño casi minúsculo. A continuación, los hemos introducido en una cesta de mimbre de color marrón oscuro que hemos pasado de mano en mano repitiendo el mismo gesto mecánico cada alumno: alargar el brazo e introducir los dos papelitos en dicho recipiente.
Me pregunto qué palabras habrá escrito cada persona. ¿En qué se habrán basado para escribirlas? ¿Serán palabras que tengan un significado especial para él o ella? ¿Habrán escrito lo primero que se les haya pasado por la mente? ¡Qué variedad de palabras hay en ese cesto! Dos palabras por persona, y somos doce alumnos, lo que hace un total de veinticuatro palabras, casi a una por letra del abecedario, menos mal que no ha sido así, si no, habría sido aún más difícil elaborar una historia. ¿Cuántas historias pueden crearse con esas veinticuatro palabras?
Ahora que lo pienso detenidamente, qué rabia que el profesor haya ordenado escribir dos palabras, podía haber dicho escribid tres y la cosa hubiese sido más fácil, y yo, por ejemplo, con tres palabras, ya hubiese sabido hilar la historia fácilmente, hubiese sido como el bolero “Tres Palabras”: con Tres Palabras te diré todas mis cosas, solo con tres palabras te diré…” ¡Ay!, qué tonto me pongo cuando escucho un bolero. Y es que yo soy muy romanticón y cuando menos me lo espero… zas, me ponga a soñar. Me imagino que las tres palabras que me han tocado son: corazón, rosa y princesa. Qué historia tan bonita me hubiese salido a mí con esas palabras, pero no, el profesor ha dicho que escribamos dos palabras.
¿Qué palabras he escrito yo? Con esta mala memoria, ahora no me acuerdo. ¿A quién le habrá tocado? Esto es parecido al juego del asesino y el policía, donde hay que ir guiñando el ojo, pero con cuidado, para que no te descubran. Me entran ganas de ir guiñando los ojos a mis compañeros para ver si me responden, pero debo estarme quieto; esto no es un juego, esto es algo muy serio: es literatura, aunque dentro de ella hay muchas vertientes, entre ellas el humor. Debo centrarme en mis dos palabras y buscar una historia, algo que unan las dos palabras y que consiga rellenar un folio. Vuelvo a acordarme del Bolero: Con tres palabras te diré cómo me gustas. ¡Mierda! Que fácil hubiese sido escribir una historia con tres palabras, pero no, son dos palabras, dos palabras que no están en ningún bolero, así que, manos a la obra. Quitó el capuchón al bolígrafo, tomo posición delante del folio en blanco. Todo listo para escribir.
Por cierto, se me olvidaba, mis dos palabras para desarrollar una historia son: Amarillo y Crepúsculo.

Miguel

9 comentarios:

Loli Pérez dijo...

No sé si hiciste trampa, pero me divertí leyendo tu texto, es dinámico y quieres llegar hasta el final para ver cuáles son las dos palabras y si de verdad escribiste algo con ellas...jajajajaj Tramposillo!!!

Un abrazo

Anónimo dijo...

Enhorabuena, Miguel, por el texto. Puede que no cumpla estrictamente con las normas, pero, ¿qué mas da? Es lo mejor que he leído de ti. En el texto hay progresión de principio a fin, sin necesidad de hacer narración. Según avanzaba en la lectura, me iba encantando más. Tú no eres un simple aficionado a la escritura, en ti hay un escritor. No dejes de escribir.
Besos, José Manuel.

Miguel dijo...

Sherezade cada vez lo tengo más claro. En absoluto me arrepiento de haberte conocido en el cursillo de verano. Gracias por tus comentarios.

Qué decirte a ti, José Manuel, de esto que me acabas de decir. Mil gracias e igual hay pendiente una... "Martin Gaite". Gracias nuevamente.

... dijo...

¿Dónde está el relato que escribiste con amarillo y crepúsculo? Ahora me quedo con la intriga...

Víctor dijo...

Miguel, me parece muy original. No me gustan los relatos en los que estás obligado a escribir unas palabras previamente elegidas porque -creo- limitan el campo de acción y no dan rienda suelta al potencial del escritor,aunque son un buen ejercicio práctico. Así que precisamente por eso (por escribir tu relato y añadir las palabras al final,como si no vinieran al caso),por eso mismo me parece tremendamente original.O por lo menos muy atrevido.

Un saludo y disculpa mi ausencia.

Miguel dijo...

Marcvs la intriga esta en saber elaborar el texto y que deje buen sabor de boca. Parece fácil pero no lo es. Gracias por dedicarme tu atención.

Víctor se te echaba de menos. Gracias por tu comentario. Limitará o no el campo de acción para escibrir pero si que te ayuda a pensar en como rellenar ese folio cuando las musas de la inpiración estan ausentes.

Miguel

T.M. dijo...

Hola Miguel, pués a mí también me ha parecido original y divertido.
Saludos

Clara dijo...

Ahí está la cuestión, en pensar de forma diferente... seguro que a ninguno de tus compañeros se les ocurrió utilizar así las dos palabras.

Besos,

Miguel dijo...

T.M. Muchas gracias por seguir siguiendome.
A ver cuando te animas de nuevo con otro blog!

Clara. Ningúncompañero utilizo las palabras así, es más me tacharon de tramposo.

Besotesssssssssss