3/14/2010

LUNES

A lo largo de esta semana iré volcando aquí un diario-experimento-creativo-literario que estoy intentando desarrollar. He adaptado el tamaño de las entradas a la rapidez que exige el lector internauta. De las opiniones o comentarios que vosotros me deis optaré por un camino u otro para seguir trabajando en estos textos.
Miguel

LUNES 10
Pienso en lo que hago con cierta frecuencia y me digo que no soy culpable. He llegado hasta donde estoy motivado por los hechos intrínsecos de mi relación de pareja. Dicen que un matrimonio lo forman dos personas, pero hoy por hoy no estoy muy seguro de que sea así. ¿Es una relación la convivencia de dos personas? donde no existe la mínima expresión de cariño por parte de un miembro, donde el silencio es perpetuo...
Recurro al sexo de pago porque ella -no considero apropiado aplicar aquí el término de “mi mujer”- no me deja satisfacer mis necesidades primarias (y tantas otras cosas que un matrimonio debe compartir). Quizás puedo parecer un poco machista al hablar así, pero llegó un momento donde el sexo con ella no era nada. Primero se fue espaciando en el tiempo; después, las excusas, llevo prácticamente un año sin tocarla. Fue en un momento de calentón súbito lo que me condujo a recurrir al servicio de putas. Al ver una imagen sugerente de una chica en la publicidad de un periódico, mi polla notó algo que la hizo removerse y crecer un poquito bajo mis pantalones. ¡Cuánto tiempo llevaba a base de pajas, en la ducha, en el sofá, viendo las películas porno del canal de pago! Llamé enseguida, sin pensarlo, porque creo que si lo hubiese pensado no lo habría hecho.
—Cincuenta euros un completo. — Me dijo una dulce voz al otro lado de la línea. Si lo desea, la chica puede desplazarse a su hotel o donde usted diga, pero corre por su cuenta el traslado.
–No, no, voy yo. ¿Me da la dirección, por favor?
No quedaba lejos de donde me encontraba; unas tres paradas de metro.
La primera vez dio paso a una segunda; la segunda a una tercera, convirtiendo esta visita en una rutina condicionada a la satisfacción básica de mis instintos sexuales. Bien sabe Dios que no me gusta lo que hago, que me provoca un rechazo total, pero hay momentos donde ya no puedo más.
Pienso en ella cuando estoy encima de un cuerpo que finge placer. ¿Por qué es así? ¿Por qué anda siempre en silencio total? ¿Por qué no quiere hablar? ¿Ella no tiene necesidades sexuales? ¿Cómo las mitiga? ¿Por qué me hace sentir culpable de algo que ella me ha obligado a hacer?
©Miguel Urda

6 comentarios:

Nikté dijo...

Desde luego has descrito al varón
como lo que es y seguirá siendo.
Es una pena que deba ser así.

Me pregunto si él, no ha intentado alguna vez, saber por qué "su mujer" ya no desea


Uy, el tema de hoy va calentito
así que mejor no continúo.

Besotes, niño

Si quieres algo de mi-son 50 euros-jajaja, no. Ahora en serio, si lo escribieses en tono aún más reflexivo...pero quién soy yo para decirle a alguien como debe hacerse las cosas cuando yo soy la primera que me fastidia que me lo digan.

Lo mismo estoy equivocada, no se.

Tú a lo tuyo y a seguir haciéndote pajas con la escritura.

Muacks

T.M. dijo...

Sigue con tus historias, son reales como la vida misma. Me gustan.
Saludos.

Loli Pérez dijo...

Me gusta el tono descarnado de este personaje. Lo haces muy creíble. Casi sacado de la realidad. La incomunicación en la pareja es un tema muy frecuente y tu lo desgajas a la perfección.

Quiero saber más de esa historia.

Un abrazo
L;)

Alforte dijo...

Excelente texto que refleja una realidad oculta y tan cotidiana en muchas parejas...la pregunta sería ¿Porqué mantienen la unión? Si ya no existe vínculo entre ellos...
Enhorabuena. Besote

Shurakay dijo...

Yo creo que efectivamente la linea de acción sería saber que está ocurriendo y el porqué de los silencios y las discias...

Veremos el resultado...

Sean Felices dijo...

Manual: Cómo culpar a otro de nuestra culpabilidad. La sociedad. Bases infundadas. Ed: Oniria. (2008)