3/02/2011

¿Por qué?


Que el pasado vuelve cuando se le antoja es algo que todos conocemos y no hay duda alguna sobre ello; que unas veces pasa de con la simple intención de mostrarse y otras viene para quedarse es algo que también sabemos, pero hay que fastidiarse cuando uno lleva intentado atar el ayer cuatro años, se cree que lo tiene todo bien encuadrado, cada pieza encajada y todo superado, de pronto viene y aparece con intenciones no muy buenas. Durante todo este tiempo he aprendido, he aceptado y colocado en mi vida todo lo que ha venido y me ha provocado muchos quebraderos de cabeza, noches en vela,… Cuando parece que tengo todo ordenado y en su sitio, aparece el maldito pasado e intenta desestabilizar el equilibrio –imperfecto unas veces, perfecto otras- con el que intento construir mi vida.

¿Por qué? ¿Por qué viene de nuevo? Y todo de golpe y sin pedir permiso, entrometiéndose de nuevo en mí día a día. Ahora estoy preparado para afrontarlo, quizás porque en su momento todo fue tan precipitado que provocaron tantas heridas que no han dejado nada para que sangren ahora. Puedo decir que tengo puesto el antivirus hacia el ataque destructivo del pasado que quiere derrumbarme. No me ha afectado el haber recibido un email de mi último amor –y cobarde-; no me ha afectado que una antigua amistad haya resurgido como si nada hubiese pasado después de tres años de silencio –aunque este hecho lo tengo en cuarentena, por sí las moscas-; no me afectado que me encontrase con dos amigos de la infancia –en días alternos- y nos detuviésemos a hablar a consecuencia del Facebook (antes cuando nos veíamos esbozábamos un hola o una sonrisa o una inclinación de cabeza); … ya no me afecta el pasado, solo me provoca curiosidad.

Cuando pienso en los hechos acontecidos estos últimos días sobre el resurgir del pasado creo que todo esto sucede por algo en concreto. Quizás para ponerme a prueba y ver si soy resistente a las heridas que el tiempo decide cuando están curadas o no. Y ahora, yo acepto que venga el pasado, porque como ya he dicho viene sin púas, sin espinas para hacer daño o sin dobleces, porque estoy con la lección aprendida y la vista puesta en el futuro, quedándome tres, tres únicos cabos sueltos para cerrar el pasado.

Solamente me llama la atención que todo haya venido junto y por eso me pregunto: ¿Por qué?


© Miguel Urda

6 comentarios:

Loli Pérez dijo...

Como una tromba de agua, Miguel vienen a veces los acontecimientos.
Lo más importante del pasado es aprender de él.
Suerte, amigo.
L;)

Ockrlos dijo...

No creo que debamos verlo tan mal. El pasado tiene cosas muy bonitas aunque dolorosas. Precisamente hoy recordé la leche frita con la que nos deleitaban un gran amigo-hermano y su gran madre, los buenos ratos en la terraza en pleno verano y los olores y las vistas desde su terraza en primavera. Un abrazo hermano. Tu blog es genial.

Salvador Navarro dijo...

El que tu cuerpo se sorprenda menos no es más que el proceso de la madurez, que va quitándonos capacidad de sorpresa...

Shurakay dijo...

El pasado forma parte de nuestras vidas de tal forma que es imposible desprenderse de él. De hecho, es tan importante que sin él no tendríamos nada, porque es nuestro pasado el que establece como es nuestro presente.
Dicen que quien olvida su pasado está condenado a repetirlo; por eso siempre quedan las cicatrices, que nos sirven para saber que lo hemos superado, pero que no lo hemos olvidado.
Lo mejor de todo es cuando ves las cosas con la perspectiva del tiempo y descubres el porque. Te das cuenta que las decisiones que tomaste en su momento, acertadas o no, han hecho que hoy estés donde estás.

ESO ES LO QUE REALMENTE IMPORTA. EL PRESENTE Y LAS ESPECTATIVAS DE FUTURO.

Saludos,

Rafa

karlos dijo...

por suerte o por desgracia somos parte de un pasado pero no hay que vivir en el y lamerse las heridas, hay que mirar siempre hacia delante nunca hacia atras, las heridas y los recuerdos solo tienen la importancia que cada uno quiere darle y cuando dejas de darle importancia pues ya no te duelen los recuerdos

Rosario dijo...

Mi alma me habló y me dijo: "No midas el tiempo dicien­do: Hubo un ayer y habrá un mañana." Antes de que mi alma me hablara creía que el pasado era una época que nunca volvería y que el futuro nunca podía ser alcanzado. Ahora me doy cuenta de que el presente contiene a todo tiempo y que en el se encuentra todo lo que puede esperar­se, todo lo realizado y todo lo cumplido. Mi alma me habló...( Khalil Gibran )

El pasado es y será siempre parte de nuestras vida y es la consecuencia de nuestro presente , sin un pasado no habría un presente ... sin un presente no habría un futuro.Y de las experiencias pasadas se va aprendiendo mucho de las cosas que un día vivimos para bien o para mal.Pero el presente es lo que realmente importa , hay que echar un guiño al pasado y sonreír al presente.
Un saludo y ha sido grato leerte.