8/06/2012

La biblioteca


Quien me lee sabe que los microrelatos no es lo mio. No obstante no me quedo en el intento.



Hasta hace casi un mes, las discusiones con su hija adolescente eran constantes, motivadas por su desinterés hacia los estudios. De nada había servido los gritos, los castigos… La niña se había ido dando cuenta por sí misma y ahora sólo vivía para los estudios. Prefería hacerlo en la biblioteca. Allí, alegaba, había más tranquilidad, conseguía la concentración necesaria e incluso, dado la cercanía de los exámenes de selectividad, habían ampliado el horario y abría incluso los fines de semana.

Don Alfonso, el padre de la criatura, comentó con su compañero de trabajo el cambio de actitud de su hija respecto a los estudios, a lo cual esté le respondió que a su hijo le había pasado lo mismo.

Los padres no cabían en sí de gozo. Más vale tarde que nunca, se decían cada vez que veían partir a su hija hacia la biblioteca con los libros en la mano. Sólo les cambió el gesto cuando los informativos de las tres de la tarde dieron como noticia la clausura del bar “La Biblioteca” en su ciudad, por venta de estupefacientes y bebidas alcohólicas a menores.

Miguel Urda

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Reniegas de los micros Miguel, pero cuando quieres sabes como hacerlo.

Carlota

Anónimo dijo...

Reniegas de los micros Miguel, pero cuando quieres sabes como hacerlo.

Carlota

Pablo Vázquez Pérez dijo...

Hola Miguel.
Todavía me estoy "escojonando". Ni de coñ me esperaba esta genialidad.
Un abrazo.

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Tal como apunta Carlota -por partida doble- no debería usted renegar del género, Don Miguel. Yo lo hice más veces que mi tocayo a su profeta y ya ve. Es todo un asunto de cabezonería.

Me has arrancado una buena sonrisa con esta pieza. Buena vuelta de tuerca para explicar un cambio tan repentino.

Un abrazo y avanti.

Javier Ximens dijo...

Miguel, aunque no sea lo tuyo los micros, paso a paso. Ese juego de nombres lo conocí en mi pueblo hace años: Allí el bar se llamaba 'La Oficina'. Me voy a la oficina, nos vemos en la oficina. En tu micro podías haber ido más allá y dar la noticia de que por falta de presupuesto también se cierra la biblioteca municipal.

Elysa dijo...

Miguel como te dice Ximens, paso a paso, ¡ya ves yo todavía estoy en ello y aprendiendo! Este para empezar tiene un buen final, sorprendente e hilarante.

Besitos, muchos

Loli Pérez dijo...

Miguel, suscribo lo de los arriba firmantes, cuando te pones se te da, con ironía y de un plumazo le das la vuelta a la situación.

Abrazos