9/17/2012

El libro perfecto



Sí, querido lector, el libro que usted tiene en sus manos es el libro que siempre quiso leer. Acaso se preguntará si es una tomadura de pelo, pero ¿ha visto usted que este humilde crítico literario le haya engañado alguna vez? ¿Cuántos años llevo recomendando libros en este periódico? Incluso puedo decirle que me ofende si duda de mi palabra, por lo que le pido que si hay un mínimo asomo de ello, cierre el periódico y diríjase a otros menesteres. Profundamente se lo agradeceré. 

Es un libro novedoso, que provoca algo de desconfianza la primera vez que lo coge en sus manos. A mí me pasó, pero conforme lo fui entendiendo vi que es una verdadera obra de arte ¿que por qué una obra de arte? ¿Acaso no ha soñado usted con el libro perfecto, con su historia deseada? Y aquí lo tiene: un libro en blanco, para que imagine la historia que usted quiere leer. No, no me miré así, no estoy loco. Sé muy bien lo que me digo, es un libro para cualquier lector. El que todo autor desearía escribir.

¿Se imagina comprar un libro de cincuenta, setenta, cien o doscientas veinte páginas, todas ellas en blanco, dónde el lector puede pensar el final para aquella historia que no le gusto? Sí, ya sé lo que están pensando. No, no me he vuelto loco y claramente veo lo que se está preguntando ¿cómo voy a leer un libro en blanco? Pero la respuesta la tiene usted mismo, siga el mismo ritual de siempre para degustar un libro, cójanlo con cuidado, con cariño, con mimo, refúgiese en su lugar favorito de lectura, tome aire y dispónganse a devorar el mundo de la literatura con una fantasía impoluta. Porque usted no es persona de falso baladí, le avala un pedigrí literario de alto nivel. Si hoy me está leyendo y no es por azar, seguro, seguro que tiene una extensa biblioteca, e insisto de nuevo ¿cuantas veces le he defraudado? Dígamelo, por favor, levante la cabeza del periódico y dígamelo. Así me gusta, que sea sincero. Ninguna. 

Le voy a poner un ejemplo para que sepa lo que puede dar el libro de si. Debo remitirme de forma obligada a la obra maestra de la literatura hispánica, eso es, a las aventuras de Don Alonso Quijano. ¡Qué pena que el pobre hombre no pueda nunca mostrar su amor real a Dulcinea del Toboso! Piense, querido lector, piense. Dedíquese dos minutos a pensar y modifique la historia a su antojo. Imagine que Sancho Panza es Cupido disfrazado. Le mandan para hacer posible la historia de amor entre Don Quijote y Dulcinea. ¿Percibe usted la imagen de ellos delante de un altar, siendo felices y –permítame la broma- comiendo perdices...? La historia modificada a su antojo. Cómo usted guste, exigente lector.
¿Se siente más cómodo ahora? ¿Ve lo que quiero indicarle? Lea el libro que usted quiera y como quiera. No hablemos de precio, por favor, es de mala educación hablar de dinero, pero el precio es económico, conforme el tamaño y grosor del libro que desee. Además los hay para todas las ocasiones.

El libro perfecto para cualquier regalo, segur
o que nunca le dirán, “ya lo leí” “no es mi estilo literario”, “a mi este autor como que no”... Perdone que insista querido lector, es el libro perfecto, el libro en blanco, en cartoné o pastas duras, en tamaño bolsillo o edición normal.
 
¿Que les voy a decir del autor? ¿Del inventor de esa magnifica obra de arte? No me entretengo en leer memeces sobre sobre lo que dicen de mí porque ya sabía yo que algún día esto tendría que suceder... Sé que soy un genio, ustedes me lo llevan demostrando muchos años. Olviden a quienes dicen que soy un oportunista publicando un libro en blanco. Porque ustedes, solo ustedes queridos lectores, saben que llevo razón. 


© Miguel Urda


8 comentarios:

fus dijo...

Es muy importante que el lector cree su propia historia dentro del libro, al autor puede dar pautas de las historia, pero al final serè yo, quièn le ponga cara a cada uno de ellos y al entorno donde se desarrolla la obra.

Me ha gustado mucho tu entrada. Enhorabuena

un saludo

fus

Pablo Vázquez Pérez dijo...

Bueno, bueno, Miguel.
Bueno el texto me refiero. Me ha gustado cómo usas la segunda persona y cómo haces un "relato/crítica/reseña". Casi te inventas un nuevo subgénero literario.
Es cierto, el mejor libro podría ser así, de hechio siempre puede ser así para cualquier escritor.
Todo un personaje tu crítico.
Me ha gustado, insisto.
Un abrazo.

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Si la memoria no me falla, ya tienes mi opinión de esta pieza, Don Miguel.

Así que hoy te confesaré que he vuelto a disfrutarla como entonces.

Un abrazo,

Jose Maria dijo...

Interesante monólogo que engancha, es fluido y no es pedante a pesar de hablar tanto de su libro y de si mismo, muy bueno.
Y lo mejor: no plantea ningún tipo de dudas! :)

Isabel Martínez Barquero dijo...

Me ha divertido la argumentación.
Cortázar hablaba del lector activo, según creo recordar. Otros aluden a la complicidad. Son muchas las razones.
Lo cierto es que un libro en blanco, impoluto, llama directamente a que el lector lo llene de su propia cosecha y, claro, jamás le defraudará. Porque a casi todos les ponemos sus pegas.
Un saludo, Miguel.

Anónimo dijo...

Miguel, gracioso relato. Me ha hecho sonreir ese critico literario.

Nunca dejes de escribir, por favor.

Javi

Javier Ximens dijo...


Bravísimo, Miguel. Aunque ya te lo leí sospecho que lo has depurado y mejorado. Surrealismo y metafórico. Me ha encantado. Eres un llorón, sabes escribir, pero te da vergüenza. Un abrazo

Anónimo dijo...

Si algun dia publicas tu propio libro de relatos yo pondria este el ultimo, como una epilogo. Un saludo. Ángel