10/08/2013

Stoner, John Williams


Había querido ser profesor, y lo fue, aunque
sabía, siempre lo supo,que durante la mayor
parte de su vida había sido uno cualquiera.




Mucho tiempo. Hacia mucho tiempo que no pasaba por mis manos una novela tan intensa, de esas que no podemos soltar hasta llegar a la palabra fin: Stoner, de John Williams –por favor no confundir con el compositor de Bandas Sonoras–.
A lo largo de sus doscientas cuarenta páginas nos encontramos con una historia simple, contada de forma cronológica: la de un profesor de Universidad, William Stoner, en Missouri, en los Estados Unidos de principios del siglo XX, desde que sus padres lo mandan a la Universidad hasta su muerte. Publicada por primera vez en 1965, está claramente influencia por las secuelas que dejó la generación perdida. Nos muestra la melancolía, el desencanto, la tristeza que ocasionó en Estados Unidos la primera Guerra Mundial, la crisis del 29, la ley seca,...
¿Qué es lo que tiene de extraordinario la novela, si narra la vida cotidiana de un profesor de Universidad? Y es eso mismo, el hecho de que sea una historia simple, sencilla, verosímil, lo que nos seduce y nos lleva a continuar leyendo página tras página. Recorremos su historia, desde sus comienzos como estudiante en la Universidad –en un principio va a estudiar agronomía, pero la cambia por la literatura–, su graduación, su boda, sus problemas –tanto en el trabajo como en el día a día–, su descendencia ..., es decir, la vida de una persona, de un ciudadano de a pie, de un individuo que no se rebela contra nada ni nadie, lo que puede provocar que sea considerada como una vida monótona o aburrida. Es la forma ágil de narrar lo que atrapa, cómo nos muestra la vida de William Stoner y la de los personajes satélites que pasan por la vida del protagonista, sobre los que quisiéramos saber más y que son merecedores de tener su propia novela.
Por otro lado surge el inconformismo del lector sobre el modo de actuar del protagonista ante los hechos que se le van presentando: ¿Actúa con coherencia? ¿Es cobarde al no rebelarse, al aceptar todo lo que le sucede?... y es por ese motivo por el cual la novela no deja indiferente al lector, que no puede permanecer pasivo al finalizar su lectura. Bajo una narración sencilla subyace un trasfondo de ideas, de sentimientos que provocan interpretaciones múltiples sobre lo que nos cuenta John Williams en su novela.
Stoner es un libro al que le ha faltado una campaña de publicidad adecuada. Ha sido el boca a boca lo que la ha ido asentando como una de las novelas más recomendadas últimamente. La novela esta publicada en Baile del Sol. Va por su cuarta edición.
Su lectura no defraudará. Estoy convencido.

© Miguel Urda


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Conozco el libro Miguel. Una gran novela. Y como tú dices "no defraudará al lector".

Javi

Javier Ximens dijo...

Buena reseña, se nota que te ha gustado. A tener en cuenta. Pero lo que más me gusta es que publiques en el blog, sobre todo tus relatos. Un abrazo.

Loli Pérez dijo...

Estupenda reseña Miguel, dan ganas de leer el libro y con fundamento. Me alegra que vuelvas a publicar en el blog, como dice nuestro querido Ximens.

Abrazos enormes

Pablo Vázquez Pérez dijo...

Hola Miguel.
También me confundí con el autor. Sin ir más lejos la semana pasada compré un aobra de teatro de John Ford, pensando que era el director de cine. Y recordé que John Ford era casi contemporáneo de Shakespeare.
El libro lo anoto para leerlo, nos has dejado el gusanillo por supuesto. Un abrazo.

El administrador de La novela antihistórica dijo...

Hay vida más allá de la palabra "fin" en la última página de "Stoner". Se llama "Butcher´s crossing". Encontrarás todas las razones para leerla -las mismas que te han gustado en "Stoner"- en la reseña de lanovelaantihistorica.wordpress.com
¡De nada!