3/24/2014

Diario de una novela. La memoria inteligente


Hoy, de camino a la biblioteca, me he parado en un puesto improvisado,de un hombre que vende libros de segunda –o tercera– mano, parapetado en un banco de piedra. Descubrí uno que leí en el mismo momento de su publicación, a principios de los años noventa, y que es de esas narraciones que dejan huella. El título en cuestión es La soledad era esto de Juan José Millás.
Este libro me lo podría haber comprado nuevo, pero hay ciertos títulos que prefiero que tengan pedigrí, es decir, que hayan pasado por otros lectores, que tengan frases subrayadas, e incluso, que contengan anotaciones El porqué no sabría muy bien explicarlo. Durante mi etapa inicial de lector mi economía no me permitía comprarme todos los libros que leía o que me hubiese gustado tener, por lo que hacía uso de la biblioteca; de ahí me fueron quedando marcadas ciertas secuelas -en este caso en positivo- de libros que me gustaron por diversas razones. Pero la llegada a Madrid y el amplio e intenso y extenso mercado de libros de segunda mano que existe ha hecho que poco a poco vaya adquiriendo títulos que yo deseaba tener para volver a leerlos e incluirlos en mi biblioteca.
Cuando he visto que La soledad era esto estaba subrayada no lo dudé ni un instante: tenía que ser mía. Le he dado al vendedor las monedas que me ha pedido y como si guardase un tesoro que llevo muchos años buscando, lo he metido en la mochila junto a los apuntes del Máster de Narrativa.
Ya en casa, y junto a una copa de vino tinto y unos aperitivos, lo he sacado de su escondite para saborearlo y cuál ha sido mi sorpresa cuando me he puesto a leerlo. Sin apenas darme cuenta compruebo que su protagonista guarda similitudes con mi protagonista, que mi novela tiene un arranque parecido, es decir, un hecho que provoca unos cambios -sin marcha atrás- en su vida; lo cual me lleva a preguntarme si la memoria es tan inteligente que guarda todo. ¿Cómo es posible que yo no me acordase de esta novela a la hora de escribir? No estoy haciendo una nueva versión, ni un plagio, solamente –y de forma que ni yo mismo me explico– mi memoria ha hecho surgir varios elementos o detalles de esa narración que yo tenía almacenado de la novela para aplicarlas a la mi novela. La memoria es inteligente, más inteligente de lo que usted –querido lector– y yo pensamos.
© Miguel Urda. Texto

Foto. Google

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso de la novela subrayada es muy tuyo, Miguel!
Un abrazo

Woyzeck

Anónimo dijo...

Seguramente Juan Jose Millas tambien de manera incosciente puso en su libro algun texto o vivencia de otro escritor. Nadie es 100% original....casi todo esta inventado. Pero es la creatividad y el trabajo lo que al unir todas esas experiencias y lecturas pasadas dan como resultado algo unico. Mucho animo. Y sigue haciendo lo que te gusta.....

Jesus.

Pablo Vázquez Pérez dijo...

Miguel, ¡me descubro ante esta entrada! parece un punto de inflexión en tu narración dle diario de tu novela pero es impecable al mismo tiempo. "Chapeau".