2/22/2021

Miguel Torga: la construcción de un héroe

 



La literatura portuguesa es una joya sepultada o desconocida para el mundo occidental. ¿Quién conoce a Miguel Torga? ¿Es conocida para el gran público alguna obra suya? ¿Acaso nos suena su nombre?  El señor Ventura, publicada en 2008 por la editorial Punto de Lectura, es una novela que sorprende y que hace cuestionarse al lector cosas relativas al por qué son relegadas u olvidadas de la primera línea de recomendaciones del canon literario.

Bajo el seudónimo de Miguel Torga se esconde el escritor Adolfo Correia da Rocha, quien tuvo una vida que perfectamente podía ser representada por el personaje de su novela o viceversa, planteando el interrogante de si esta novela fue escrita a modo de autobiografía. En su prólogo que está  Escrita de una sentada en 1943, pero no por ello esta exenta de calidad, y en ella nos encontramos a la esencia del alma portugués: viajera, sentimental, enraizada a la tierra. Concretamente, dicha novela narra las vivencias del Sr. Ventura que ansioso por descubrir (¿la vida?) recorre el mundo con todo lo que ello conlleva, viviendo momentos de fortuna y de sin sabores amargos o dulces.

Con capítulos cortos, secuenciales y con un narrador en tercera persona hace que sea una novela de fácil lectura, y que exista una permanente ebullición de acontecimientos que no deja reposar al lector y lo adentra dentro de las aventuras del protagonista. Miguel Torga utiliza un lenguaje simple, directo y lleno de pinceladas de humor, para agilizar a la prosa. Sin ser una novela de aventuras se vive como tal. Nos encontramos viajes en barco; la curiosidad que provoca el mundo asiático; los bajos fondos; el amor correspondido y no correspondido; la infancia. El escritor portugués no va a la búsqueda de un Ulises ni a un Quijote, sino al alma portuguesa que ya de por sí es un propio héroe, al tener que subsistir para intentar sobrevivir en un mundo lleno de lagunas que abocan al olvido. Es una historia de construcción del héroe, del alma portugués, de un milagro.

El autor refleja que toda persona tiene sueños en la primera etapa de su vida pero conforme esta va transcurriendo estos se olvidan e incluso si se cumplen hay que buscar en el recuerdo que una vez se tuvo. En el fondo la novela es un viaje, un viaje de un alma portugués que no se contenta con su destino y quiere desafiar a la Diosa Fortuna. Queda en manos el lector decidir si lo ha conseguido o no, o si el regresar a casa (en todo viaje hay un regreso aunque sea imaginario) te convierte en perdedor. 

Una novela curiosa, diferente y atractiva, sorprendiendo sobre todo al lector.

© Miguel Urda Ruiz

Texto y foto




2/02/2021

El amor del revés: emulando a Andersen




¿Qué se espera de una novela confesional cuyo protagonista/autor es gay? El amor al revés de Luisgé Martín nos cuenta la vida de un escritor desde su descubrimiento de su condición sexual, hasta que contrae matrimonio. Publicada en Anagrama, esta narrada en una prosa de calidad, cuidada y esmerada que facilita al lector su inmersión en el mundo interior de un chico homosexual en el Madrid de las postrimeras del siglo XX.

En la primera parte, el autor se detiene a narrar con minuciosidad sus miedos, el descubrimiento de su orientación sexual, los primeros filtreos con el sexo, el sabor de la infelicidad que le acarrea ser homosexual, su formación como persona. El sentirse como un bicho raro de la sociedad por mostrar interés por personas de su mismo género. Incluso llega a cuestionarse si la homosexualidad es una enfermedad y se formula la pregunta que aparece cuando llega algo desconocido y no sabemos cómo afrontarlo ¿Por qué a mi? ¿Por qué soy gay? Hay una lucha interna del protagonista con sus miedos, con su condición sexual, con la sociedad la cual lo califica como "el raro" al ser diferente a lo establecido por el canon o estatus social imperante.

El autor refleja el ambiente homosexual en la post movida madrileña, cuando muy pocas personas habían alzado su condición homosexual. Las figuras relevantes del momento intentaban confundir a la imagen pública con sus declaraciones o formas de actuar. Las dificultades de ser gay en una capital. Los mundos y pensamientos de un chico de 14, 16 , 20, 21 años, así como el miedo a que nadie sepa su condición. 

Pero Luisgé parece que llegado a la parte final del libro tiene prisa –¿Le apremiaban los editores? ¿Se acercaba la fecha de la feria del libro y quería terminarlo para poder estar presente en las firma?– Le llega lo que tanto ha estado deseando toda su vida y la narración en sí: la felicidad y en una capítulo de tres páginas zanja un periodo de su vida para dar por finalizada la novela. Sin embargo hay rastro de cómo conoció a su pareja, se enamoró... lo único que manifiesta que conoció a Axier, se casaron con un número concretos de invitados y fueron felices. Por momentos pensé que estaba leyendo a Andersen o los Hermanos Grimm. Un cuento con final feliz.

Bien pensado es una buena estrategia narrativa y comercial para que el amor se vuelva del derecho y nos cuente en una segunda parte todo el proceso de la felicidad. En El amor del revés, Luisgé ha intentado emular a Andersen, pero se ha quedado en el camino. 


© Miguel Urda Ruiz

Texto y foto