tag:blogger.com,1999:blog-89483770359468109362024-03-26T03:35:32.262+01:00 Los Papeles OlvidadosLos Papeles Olvidados es un espacio que recoge los excedentes de producción creativa de mi imaginación y que muestro como proceso final en relato, comentarios o recomendaciones. Es una forma de reflejar mi vida y mis pasiones: la literatura y la escritura, y que decido compartir con usted, contigo, con vosotros respetables y apreciables lectores. Blog abierto a la opinión, a la sugerencia, a la critica, a la creatividad. Siéntase como en su casa.Miguelhttp://www.blogger.com/profile/09133187594037874555noreply@blogger.comBlogger250125tag:blogger.com,1999:blog-8948377035946810936.post-1947845287128861752024-03-26T03:35:00.000+01:002024-03-26T03:35:00.136+01:00Pabellón de reposo, Camilo José Cela: La vida solo es tiempo<p align="CENTER" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5kW0owm3xmpJrTY_CmishAkBMG8jfkhf8FNkNAStxEv69cvCGAoNO2pyCCneu7tnFSm825-sB9QFLSxcgl2lhc6vsVwxcIyGzK28TgKUQ9EvtaUU1S-mb_LpitZ2RjK5ZgCY884xKUn6CKoEGUSmBddRSsDS_6qtey46M6c6wHeSyr6y1Cy7EDJIyiRM/s2016/IMG_3362.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2016" data-original-width="1512" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5kW0owm3xmpJrTY_CmishAkBMG8jfkhf8FNkNAStxEv69cvCGAoNO2pyCCneu7tnFSm825-sB9QFLSxcgl2lhc6vsVwxcIyGzK28TgKUQ9EvtaUU1S-mb_LpitZ2RjK5ZgCY884xKUn6CKoEGUSmBddRSsDS_6qtey46M6c6wHeSyr6y1Cy7EDJIyiRM/s320/IMG_3362.jpg" width="240" /></a></div><br /><p align="CENTER" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><br /></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: black;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">Una cosa está clara, Camilo José Cela es un autor que fue reconocido, odiado, a la vez que admirado y puede decirse que hoy en día está olvidado e infravalorado. Acabó sus días convertido en un personaje de las revistas del corazón que desvalorizó su obra a favor de la crónica rosa, pero cuando la Academia Sueca le otorgó el Premio por algo sería. Esto esclarece gran parte de las posibles conjeturas sobre su trayectoria literaria. Prueba de ello, es la novela aquí referida:<i>Pabellón de reposo</i>.</span></span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: black;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">"Es un libro difícil de clasificar" y no le falta razón. Lo advierte el propio autor en una nota al comienzo de la novela que a veces parece que no lo es, y uno no puede dejar de asombrarse de lo que cuenta y cómo lo cuenta. La historia toca dos temas que hacen pupa al lector: el tiempo y los manicomios o sanatorios de enfermos –término más eufemístico o elegante para la sociedad del momento de su publicación– que lleva implícito la cuestión de ¿qué hacer con los desechos humanos de la sociedad? Sin tener un argumento clásico que lleve implícita la evolución de un personaje a través del conflicto. Cela, recurre a la novela de sanatorios (Solzhenitsyn, Blai Bonet, Mann) para hablar del tiempo, dónde este será el mayor aliado, pero a la vez el mayor enemigo. El tiempo, que agota una vida; el tiempo, para quién espera recuperar la vida.</span></span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: black;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">No existe una preocupación estética por la novela o por lo menos no lo demuestra, sino que se lanza a un abismo narrativo y casi inconexo entre un capítulo y otro; personajes sin nombres y referidos siempre por el número de habitación; hay momentos en que cuesta seguir el hilo narrativo, pero sin optar nunca por la opción de dejar su lectura. Los enfermos/habitantes hablan del amor, de la poesía, de la belleza, de la familia, la nostalgia, la muerte, en definitiva, de la vida.</span></span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: black;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">Publicada por entregas semanales en el diario <i>El Español</i><b> </b>en 1943, el autor interrumpe su escritura para hacer una aclaración, sobre la forma de encarar la historia y las enfermedades que en ella se cuentan. Tuvo quejas sobre la manera de narrar las enfermedades y mostrar a los enfermos y en la posible repercusión sobre la sociedad por describir una realidad tan dura. Tras lo que consideró una necesaria justificación, retomó la novela y su publicación.</span></span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: black;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><i>Pabellón de reposo</i><b> </b>no es una de las novelas más reconocidas del autor coruñés, sino todo lo contrario, queda relegada para lectores reductos o acólitos del autor, o que busquen leer obras que la crítica –que suele ser caprichosa y temporal– desecha. Cela es más que una colmena, una familia o un viaje. Es parte de la historia de la literatura española. La novela aquí reseñada lo constata. No es apta para todos lectores, pero muestra una realidad social que sirve como ejemplo de referencia para aprender a escribir y a ver que el tiempo no es otra cosa que tiempo.</span></span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: black;"><span style="font-family: times; font-size: medium;">Llegará un momento en que la obra de Camilo José Cela sea recuperada de su hibernación por una editorial osada, curiosa y atrevida y vuelva a ocupar el lugar o sitio que le corresponde dentro de la literatura española.</span></span></p><p align="RIGHT" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="color: red; font-size: small;"><b>© Miguel Urda Ruiz</b></span></span></p><p align="RIGHT" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="color: red; font-size: small;"><b>Texto y foto</b></span></span></p><p style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="color: black;"><b><br /></b></span><br /></span><br /></p>Miguelhttp://www.blogger.com/profile/09133187594037874555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8948377035946810936.post-85515133125919726712024-03-23T03:34:00.000+01:002024-03-23T03:34:00.135+01:00 La vida material, Marguerite Duras: una vida, a pesar de todo<p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEij7pjZ_LCexEd7dpx4iaRILxnURR00Ge3z9_OLt57LJCWugAfhdggU90IfCnqyHCipAEb3NYetlqNMZBxh8jGV2Lghrbkj1Obb91AzttqCg2p_e_NVM68Nom7u-yySqK5PhaPKdBCLlhdXQm4kwhq5zDsC8cLgu5xSfnD4uUrP7PEzWQ3L3N_4TA-qgjs/s640/IMG_2023.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="480" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEij7pjZ_LCexEd7dpx4iaRILxnURR00Ge3z9_OLt57LJCWugAfhdggU90IfCnqyHCipAEb3NYetlqNMZBxh8jGV2Lghrbkj1Obb91AzttqCg2p_e_NVM68Nom7u-yySqK5PhaPKdBCLlhdXQm4kwhq5zDsC8cLgu5xSfnD4uUrP7PEzWQ3L3N_4TA-qgjs/s320/IMG_2023.JPG" width="240" /></a></div><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span style="text-align: left;">¿Qué aspectos definen a un escritor? ¿Es un escritor una persona atípica? ¿Cómo vive un escritor? Estas preguntas podrían sintetizar el argumento del libro</span><b style="text-align: left;"> </b><i style="text-align: left;">La vida material</i><b style="text-align: left;"> </b><span style="text-align: left;">de Marguerite Duras y que más de </span><span style="text-align: left;">una vez el lector se ha podido formular de forma directa o indirecta.</span></span></p><p style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span><span style="font-family: times; font-size: medium;">La autora, de agrio y fuerte carácter así como de difícil accesibilidad, confirmado ella misma, nos presenta un libro abierto que recoge una serie de conversaciones mantenidas con Jerôme Beaujour que tal y como refleja en el prólogo <i>no tiene principio ni fin,</i><b> </b>pero sí consta de un hilo narrativo: la vida y los pensamientos de una escritora definida por sus propias palabras. En sus páginas Marguerite Duras habla sin miedo, sin rodeos y de forma precisa a su interlocutor –que en el fondo es el lector– sobre los temas que han vertebrado su vida y que contextualizan su narrativa: la soledad, el alcohol, la homosexualidad, el amor/desamor, del conflicto materno, del desarraigo, del cine, de las novelas...Temas que permiten comprender el foso que ella misma abrió entre su carácter público y privado para mantener alejadas a miradas curiosas y que consolidan su forma de escribir.</span></span></p><p style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span><span style="font-family: times; font-size: medium;">Es un libro extraño y peculiar, pero a la vez sugerente a pesar de que la escritura de la autora no siempre es de fácil lectura, –cosa que ella misma tampoco quiere que lo sea– en ciento cincuenta y cinco páginas mantiene el mismo tono que toda su prosa, es decir, escueta, incisiva y cautivadora lo que deja de manifiesto que su calidad literaria va más allá de escribir historias.</span></span></p><p style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span><span style="font-family: times; font-size: medium;">Salir de las novelas de Duras para entrar en su vida personal supone arriesgarse a saltar el abismo que sobre ella existe y que puede provocar muchos más interrogantes de los que ya hay sobre ella, lo cual se traduce en el atractivo de conocer las entrañas de un sentimiento y por lo tanto de una persona. En definitiva, no es un libro que falla al lector ni que pasa de puntillas o desapercibido en su lectura, sino que permite acercarse a la protagonista de una vida cuya eje principal fue escribir, escribir y escribir, característica que define a un escritor. Y a pesar de todo, tuvo una vida.</span></span></p><p style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><span><span><span style="color: red; font-family: times; font-size: medium;"><b>© Miguel Urda Ruiz</b></span></span></span></p><p style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><span><span><span style="color: red; font-size: medium;"><b><span style="font-family: times;">Texto y fot</span><span style="font-family: Times New Roman, serif;">o</span></b></span></span></span></p><p style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-weight: 700;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></div><span style="font-family: Times New Roman, serif; font-size: medium;"><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><br /><p></p>Miguelhttp://www.blogger.com/profile/09133187594037874555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8948377035946810936.post-80195125289485456472024-03-18T03:33:00.002+01:002024-03-18T08:34:53.023+01:00Ante el dolor de los demás, Susan Sontag: La fotografía como espectáculo<p> </p><p align="CENTER" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><i><br /><br /></i></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGJwW36BRgTg3h7ADge_hlsGtbkv1gmAZkHAZaFNTY8D2ceZpqbJKwf9IMRnWOHNOyn-P46o-Pb0hOT1lpdc3EqSs0hRAUFOHiaWdaTPsiYZBOxV0Yj6HhOM_MPzwB0PQD937LJtbIS7mRXMrBFNXw4FyHfnXG5ZDNKzBqNZRMasw8r2TlhWV-pA1bpaU/s4032/IMG_2741.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4032" data-original-width="3024" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGJwW36BRgTg3h7ADge_hlsGtbkv1gmAZkHAZaFNTY8D2ceZpqbJKwf9IMRnWOHNOyn-P46o-Pb0hOT1lpdc3EqSs0hRAUFOHiaWdaTPsiYZBOxV0Yj6HhOM_MPzwB0PQD937LJtbIS7mRXMrBFNXw4FyHfnXG5ZDNKzBqNZRMasw8r2TlhWV-pA1bpaU/s320/IMG_2741.jpg" width="240" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><p align="CENTER" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><br /></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: black; font-family: times; font-size: large;">¿Qué se siente ante el dolor? ¿Qué se siente ante un dolor ajeno reflejado en una fotografía? ¿Qué se siente cuando nos habituamos a contemplar el dolor? Estos interrogantes pueden ser la premisa bajo la cual Susan Sontag escribe el ensayo <i>Ante el dolor de los demás</i>. Mostrar el sentir del dolor humano a través de la imagen y su significado o repercusión en la sociedad.</span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: black; font-family: times; font-size: large;">Escrito en el año 2003, bajo el rescoldo que supuso a nivel informativo el atentado de las Torres Gemelas en New York, Susan Sontag aborda sin ningún tipo de pudor lo que supone el hecho de que estemos acostumbrados a ver el sufrimiento en los medios de comunicación. Internet no tenía el alcance avasallador y opresivo que tiene hoy en día, pero el avance de las tecnologías y la asistencia como espectador abducido por cualquier red social hace replantearse o quizás escudriñar de nuevo, todos los enfoques que supuso dicha publicación y Sontag lo constata aportando su visión sobre lo que supone el mostrar sin pudor de los demás en los medios de comunicación, que en el fondo son grandes empresas económicas, para conseguir y ofrecer la mayor tajada del espectáculo y tener la sociedad "adormilada".</span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: black; font-family: times; font-size: large;">La autora apela al lenguaje de la fotografía desde su origen y que debe ser uno solo. Una imagen cuenta la historia con su propia idiosincrasia sin tener que agregarle un título o un pie. Habla de la guerra y lo que supone para las diferentes partes el uso de la fotografía. Para vencedores y vencidos. Todos usan como arma arrojadiza o comunicativa. Cómo ella lo deja entrever para que sea el lector quién lo responda. A su vez habla de su manipulación, de si es ético o no; de cómo veríamos una guerra sin fotografías o si la veríamos más cruenta de lo que ya es por sí misma. ¿Debe de educar la fotografía? ¿Tiene que mostrar la realidad como es o solo una parte? ¿Qué parte mostrar? Los buenos enseñan a los malos para que vean como son los malos y viceversa, los malos enseñan a los buenos para que miren lo que hacen. Todo ello bajo la exposición continua del dolor, es decir, habituar al lector/espectador a ver el dolor de forma continua.</span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: black; font-family: times; font-size: large;">En su forma estilística está escrito como si fuese un diafragma fotográfico, comienza hablando de las primeras cámaras y fotografías a finales del siglo XIX hasta llegar al cierre del objetivo que lo deposita en una foto cuando es convertida en arte por un museo en las postrimerías del siglo XX</span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: black; font-family: times; font-size: large;">Susan Sontag dejó mil heridas abiertas en forma de preguntas para la sociedad. ¿Cómo debe ser el espectador ante el dolor? ¿Es pasivo? ¿Debe consternarse? ¿Debe pasar de largo? ¿Debe actuar? No hay respuestas certeras. Cada sociedad tiene su propio espectáculo, solo que llega un momento donde todo se convierte en tan habitual que ni el dolor propio, ni el dolor de los demás aporta nada nuevo a la historia de la fotografía, ni por lo tanto a la sociedad. Queda preguntarse qué diría la autora hoy en día, cuando estamos acabando el primer cuarto del siglo XXI e Internet rige por completo nuestras vidas.</span></p><p align="RIGHT" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: red; font-family: times; font-size: large;"><b>© Miguel Urda Ruiz</b></span></p><p align="RIGHT" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: red; font-family: times; font-size: large;"><b>Texto y foto</b></span></p><p align="RIGHT" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: times; font-size: large;"><br /></span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: times; font-size: large;"><br /><br /></span><br /></p></div>Miguelhttp://www.blogger.com/profile/09133187594037874555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8948377035946810936.post-24329056451294109472023-03-01T03:30:00.002+01:002023-03-01T09:28:28.884+01:00 El vértigo, Evgenia Ginzburg: El tejido de un régimen<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZ8_qwbbaHulUYB8JneJAG9NOtd-VU5fN8LQDiBGeHG-GaQP1ZsB0pbXVZ5WbpWDOOidrC8EmGXc3bCF90bGjIEWtNsg9jxOBdvKyePTQ7bDDobf1VDwzU1JWGSOIrwA5cQVxcTh_fLG_dPUj7BVLF8zyTiQ1kCstjy74__mHe0R8jyGRGL1lH8eOt/s2016/IMG_6573.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2016" data-original-width="1512" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZ8_qwbbaHulUYB8JneJAG9NOtd-VU5fN8LQDiBGeHG-GaQP1ZsB0pbXVZ5WbpWDOOidrC8EmGXc3bCF90bGjIEWtNsg9jxOBdvKyePTQ7bDDobf1VDwzU1JWGSOIrwA5cQVxcTh_fLG_dPUj7BVLF8zyTiQ1kCstjy74__mHe0R8jyGRGL1lH8eOt/s320/IMG_6573.jpg" width="240" /></a></div><br /><p><br /></p><p align="JUSTIFY" style="background-color: white; border: none; line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; padding: 0cm;"><span style="font-family: times; font-size: large;"><span style="color: black;">La iconografía de la literatura ha mostrado que el infierno es de color rojo y cálido, pero Evgenia Ginzburg, en su novela </span><span style="color: black;"><i>El vértigo</i></span><span style="color: black;">, se encarga de demostrar todo lo contrario: que es blanco y gélido, demasiado gélido. En algo más de ochocientas cincuenta páginas, cuenta sus vicisitudes al ser declarada culpable de traición por los miembros de su partido, el comunista.</span></span></p><p align="JUSTIFY" style="background-color: white; border: none; line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; padding: 0cm;"><span style="color: black; font-family: times; font-size: large;">Existía la idea de que el estar afiliado al partido te exime de cualquier atisbo de sospecha y culpabilidad de atentar contra el poder. Ella es una persona ejemplar con todos los requisitos que exige el régimen para considerarla como tal: profesora especializada en el marxismo, periodista, madre de dos hijos, esposa y ama de casa. El hecho de ser amiga y tener como compañero de profesión a un periodista algo "supuestamente" incómodo para el poder político la pone en la mira de los ojos del aparato represor y la declaran culpable de traición. Da igual el papel que desempeñes o crees desempeñar para "ellos", para el poder, siempre "puedes" ser culpable. Narra con total exquisitez todos los pasos que acarrea el proceso desde el momento en que la detienen hasta el juicio dejando al descubierto el elenco de personajes que mueve los hilos del régimen estalinista. Víctimas, verdugos, inocentes, culpables, sospechosos, jueces, fiscales, funcionarios. Todos al servicio de un capricho político. Una vez que acepta o, mejor dicho, asume que es culpable de algo que no ha hecho impregna la novela de un sentimiento de culpabilidad del cual no se desprende de él en ningún momento. Subyace en toda ella la vergüenza de conocer las armas de represión y tortura del partido al que está afiliada en lugar de sentir el deseo de venganza al vivir las leyes injustas del propio poder en carne propia.A través de sus páginas sabemos cómo son las celdas de castigo, los barracones donde viven hacinados, el traslado hasta Siberia, cómo sobrevivir a temperaturas infrahumanas, la nostalgia por la familia, la casi resignación de que la única salida será la muerte y la picaresca existente para conseguir cualquier cosa. </span></p><p align="JUSTIFY" style="background-color: white; border: none; line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; padding: 0cm;"><span style="color: black; font-family: times; font-size: large;">Y hasta aquí bien, porque la novela más que que parecer un novela de testimonio o de aventuras –para sobrevivir–, de suerte o desgracia tiene más validez como valor antropológico o sociológico, al dejar al descubierto los interiores de la maquinaria ideológica del régimen estalinista y sus medios de represión, de tortura así como la forma de vivir de los presos y como se las ingenian para poder sobrevivir. La voz de Ginzburg cansa y en cierta medida uno desea acabarla. Un buen comienzo de novela mostrando la sociedad rusa de 1937 y tiene –o cree tener– el respaldo del enemigo, al ser un miembro del partido comunista. La autora recurre a la pena, una pena justificada y que no hay que alejarse de ella pues es perfectamente entendible, pero narra cómo sobrevive a todas las vicisitudes gracias a la poesía y cómo tiene un fragmento o un poema para cada desdicha que le ocurre. Lo cual está muy bien para un momento corto de tiempo, pero estar recurriendo a ello durante dieciocho años, viviendo en condiciones infrahumanas y a una temperatura de -30 º de promedio anual parece excesivo. Otro factor al que recurre es la suerte y que levanta sospechas al lector respecto a su credibilidad o veracidad de los hechos. Alude a diversos hechos o que se libra de ciertos castigos por mor de la suerte. </span></p><p align="JUSTIFY" style="background-color: white; border: none; line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; padding: 0cm;"><span style="color: black; font-family: times; font-size: large;">Es una novela que se coge con ganas, sin tener en cuenta el número de página, pero queda muy lejos de Ribakov, Solzhenitsyn o Grossman que mostraron los hechos con su dureza y naturalidad sin caer en el sentimiento fácil de la pena o compasión. Insisto, sírvase la historia de Evgenia Ginzburg como valor antropológico para tener presente que los hechos del pasado pueden volver a repetirse y todo puede volver a ser real en cualquier momento produciendo un vértigo insostenible.</span></p><p align="RIGHT" style="background-color: white; border: none; line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; padding: 0cm;"><span style="font-family: times; font-size: large;"><br /></span></p><p align="RIGHT" style="background-color: white; border: none; line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; padding: 0cm;"><span style="color: red; font-family: times; font-size: large;"><b><span> </span> © </b><b style="text-align: left;">Miguel Urda Ruiz</b></span></p><p align="RIGHT" style="background-color: white; border: none; line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; padding: 0cm;"><span style="color: red; font-family: times; font-size: large;"><b style="text-align: left;">Texto e imagen</b></span></p><p align="RIGHT" style="background-color: white; border: none; line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; padding: 0cm; text-align: left;"><b><span style="font-family: times;"><span style="color: red; font-size: large;"><span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> <span> </span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span> <span> <span> <span> <span> </span></span></span></span></b></p><p align="JUSTIFY" style="background-color: white; border: none; line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; padding: 0cm;"><span style="color: red; font-family: times; font-size: large;"><br /></span></p><p align="JUSTIFY" style="background-color: white; border: none; line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; padding: 0cm;"><span style="font-family: times; font-size: large;"><br /></span></p><p style="line-height: 24px; margin-bottom: 0.21cm;"><span style="font-family: times; font-size: large;"><br /><br /><br /></span><br /></p>Miguelhttp://www.blogger.com/profile/09133187594037874555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8948377035946810936.post-22661234668428530322023-01-26T13:10:00.003+01:002023-01-26T13:13:08.724+01:00La biblioteca de la piscina, Alan Hollinghurst: una narración elitista<p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDiH2RhlPHqUXGgKEreLyB-S9HZQWsCbQgIdZMNr4y9bZ4O09Vcr7_KPWp0LcLEFz411Dhr8qB5JEYW81EcmoKi3psRs-ivQ1-iF5Pal_tZSUN0riY59aMu72jJZSOgxI5BVWWMeSnwruWE8ZmWujkRfJSJSXbs2IVwijiwr4jYGJdQYOmXqbgwnbg/s640/IMG_6373.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="480" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDiH2RhlPHqUXGgKEreLyB-S9HZQWsCbQgIdZMNr4y9bZ4O09Vcr7_KPWp0LcLEFz411Dhr8qB5JEYW81EcmoKi3psRs-ivQ1-iF5Pal_tZSUN0riY59aMu72jJZSOgxI5BVWWMeSnwruWE8ZmWujkRfJSJSXbs2IVwijiwr4jYGJdQYOmXqbgwnbg/s320/IMG_6373.jpg" width="240" /></span></a></div><span style="font-size: large;"><br /></span><p align="JUSTIFY" style="line-height: 31.360000610351562px; margin-bottom: 0cm; margin-top: 0.42cm;"><span style="color: black; font-family: times; font-size: large;"><span><i>La biblioteca de la piscina</i></span><b> </b><span>es una novela que, sin tener una relevancia destacada en los anaqueles de las librerías o en prensa, siempre ha obtenido el beneplácito por parte de los lectores que no se dejan llevar por las listas de los más vendidos (o comerciales) desde el año de su publicación en 1988. Es la primera novela publicada del autor inglés, que narra la vida de un joven homosexual promiscuo y adinerado, de veinticinco años donde su vida cambia al encontrarse con el anciano Lord Nantwich en modo flirteo en unos urinarios públicos. Un lugar poco recomendable para un miembro de la aristocracia.</span></span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 31.360000610351562px; margin-bottom: 0cm; margin-top: 0.42cm;"><span style="color: black;"><span style="font-family: times; font-size: large;">Hollinghurst hace un extenso recorrido por el siglo XX, desde la sociedad del Imperio Británico y deteniéndose especialmente en las colonias donde estaba destinado Lord Natwich, hasta los años ochenta, un periodo en que el SIDA comenzaba a causar sus estragos entre la población homosexual. El autor deja al descubierto la excesiva opulencia de la aristocracia: sus clubs, su forma de ver la vida, como vive un homosexual dentro de ellos, así como el cargo que ostenta le permite usarlo para conseguir privilegios.</span></span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 31.360000610351562px; margin-bottom: 0cm; margin-top: 0.42cm;"><span style="color: black;"><span style="font-family: times; font-size: large;">La prosa de Hollinghurst es detallada, minimalista, salvaje, brutal, elegante, sexual y hasta elitista me atrevería a decir, lo cual enlaza con la tradicional narrativa más exquisita de la novela inglesa, es decir, está a la altura de Austen, Wolf, Forster e incluso Wilde, icono de la cultura gay por excelencia. Y por lo tanto tiene el requisito esencial que el tiempo exige para calificar una obra maestra en mayúsculas: calidad.</span></span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 31.360000610351562px; margin-bottom: 0cm; margin-top: 0.42cm;"><span style="color: black;"><span style="font-family: times; font-size: large;">El título extraña a primera vista, pero tiene diferentes lecturas y cometidos en la acción: el nombre con que los alumnos de la escuela privada llaman a los prefectos, bibliotecarios; como la piscina alude a los vestuarios tan visitados por los homosexuales, así como a los restos de una piscina romana situada en el sótano de la casa del aristócrata Natwich y que cobra sentido cuando se llega al final de la novela, pues sorprende que existe una conjugación exquisita entre narración, argumento y título.</span></span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 31.360000610351562px; margin-bottom: 0cm; margin-top: 0.42cm;"><span style="color: black;"><span style="font-family: times; font-size: large;">Esta obra derrocha una calidad narrativa por los cuatro costados y a pesar, de que la editorial Anagrama prescinde de la etiqueta de novela gay u homosexual y apuesta por una calidad continuada (toda la obra del autor se ha publicado en ella) se sigue manteniendo esa barrera estereotipada sobre novelas de este colectivo y cierto reparo para adentrarse en sus páginas. En el mundo homosexual es una novela de cabecera, pero fuera de ese ámbito son muy pocos los lectores que se atreven con ella y no la toman como opción para una compra o lectura directa, si no que tiene que llegar por parte de alguien esa recomendación. Sin embargo, saben rendirse a ella cuando la acaban.</span></span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 31.360000610351562px; margin-bottom: 0cm; margin-top: 0.42cm;"><span style="color: black;"><span style="font-family: times; font-size: large;">Allan Hollinghurst no es un autor muy prolífico, es de narrativa lenta y en toda su obra hay aspectos de la hierática e intocable aristocracia británica que no dejan indiferente. No extrañaría que algún día sonará su nombre como Premio Nobel. Sería algo completamente acertado y dejaría constatado que una buena prosa no es cuestión de géneros o temáticas si no de saber escribir.</span></span></p><p align="RIGHT" style="line-height: 31.360000610351562px; margin-bottom: 0cm; margin-top: 0.42cm;"><span style="color: red; font-family: times; font-size: large;"><b>© Miguel Urda Ruiz</b></span></p><p align="RIGHT" style="line-height: 31.360000610351562px; margin-bottom: 0cm; margin-top: 0.42cm;"><span style="color: red; font-family: times; font-size: large;"><b>Imagen y texto</b></span></p><p style="margin-bottom: 0.21cm;"><span style="font-size: large;"><span style="color: black;"><b><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></b></span><br /></span><br /></p>Miguelhttp://www.blogger.com/profile/09133187594037874555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8948377035946810936.post-25028750629137057102022-05-23T08:27:00.007+02:002023-03-01T09:29:26.084+01:00Diario de un gueto, Janusz Korczak: sin la fórmula tradicional<p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjV5bLoKzN0N05MfqyMCaHqDkvv50OydszAe_yi0lHAAsyeC5bHYLmIROjDPOuTDO0A7beZUOIwF0TTMYwCbhyeOvTSCyVgaPhi-B_iuUdehOpI9kBtOareS9KHysBEZCAzvRz6a4SgyZNpcW6bfHM_XfuaejNIzJiQOmQ8U0wql7gjzjtNVhQ8kbtF/s640/IMG_5794.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="480" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjV5bLoKzN0N05MfqyMCaHqDkvv50OydszAe_yi0lHAAsyeC5bHYLmIROjDPOuTDO0A7beZUOIwF0TTMYwCbhyeOvTSCyVgaPhi-B_iuUdehOpI9kBtOareS9KHysBEZCAzvRz6a4SgyZNpcW6bfHM_XfuaejNIzJiQOmQ8U0wql7gjzjtNVhQ8kbtF/s320/IMG_5794.jpeg" width="240" /></a></div><p style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><br /></p><p style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><br /></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;"><span style="color: black;">Si hay algo que la literatura, o en concreto, los estudios de género literario exigen es la forma del texto, es decir, qué requisitos debe tener y contener para que sea considerada como tal. En este caso la pregunta a realizar es pertinente ¿qué debe contener un diario? </span><span style="color: black;"><i>Diario del gueto</i></span><span style="color: black;"><b> </b></span><span style="color: black;">es un diario atípico, sin seguir de la fórmula tradicional establecida de </span><span style="color: black;"><i>querido diario</i></span><span style="color: black;"><b> </b></span><span style="color: black;">y la fecha a continuación, sino que es un desarrollo argumentativo del mundo de la infancia, de los orfanatos, de la sociedad, de una ciudad –Varsovia– que vive momentos difíciles ante el avance imparable de la ideología nazi, sin seguir la línea establecida por la tradición canónica de los diarios y sin estar exento de una calidad narrativa.</span></span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: black; font-family: trebuchet; font-size: large;">Janusz Korczak, seudónimo literario del médico y educador judío Henryk Goldszmit, nacido en 1878 en Varsovia y muerto en 1942 en el campo de concentración de Treblinka. Su diario comprende desde mayo hasta el 4 de agosto de 1942. Nos encontramos con las vicisitudes que pasa un director de un orfanato para sobrevivir. Sobrevivir en todos los aspectos como ente o institución cultural así como los integrantes: niños (huérfanos, desvalidos, enfermos) y personal laboral. A través de sus páginas muestra cómo el dolor, el desaire racial, la falta de dinero, las injusticias, etc., de una sociedad cuyo eje vertebral es la imposición de una ideología política. Una prosa cargada de dureza y de temas a los que la sociedad no está acostumbrada a escuchar o en este caso leer: personas contratadas para dejar morir a los niños de hambre y conocidas como <i>Las fabricantes de angelitos</i>; condiciones de vida del orfanato y sobre todo de los niños: congelaciones, llagas, frío, desnutrición; el habituarse a encontrar cadáveres en la calle <i>En un momento dado, miran el cadáver y reculan unos pasos sin interrumpir su juego</i>. Sin embargo, Korczak confía en el ser humano, lo demuestra a través de dos hechos nimios: como es el pago de un billete de autobús de un niño mientras todos los demás viajeros no habían pagado su correspondiente billete; y como un párvulo puso su ración de comida diaria a un niño recién fallecido. La única justificación que tuvo es que es su ración.</span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: black; font-family: trebuchet; font-size: large;">El libro además de mostrar los infortunios de un colectivo, nos muestra la estructura social a través de notas a pie de página que complementan o explican la narrativa del autor por medio de los traductores. Pasamos por diferentes orfanatos, miembros de la sociedad con poder y sin él, por personas que de forma directa o indirecta afectan a la dirección del orfanato de Janus, para así tener una idea concreta de la formación de los estamentos sociales de la ciudad.</span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: black; font-family: trebuchet; font-size: large;">Traducido del polaco al español por Jerzy Sławomirski y Anna Rubió Rodon la edición de Seix Barral (2018) es la primera que se publica en España, y además de los textos de Korczak incluye una serie de fotos y un epílogo, del historiador y profesor experto en literatura polaca, Jacek Leociak, que profundiza en la semblante de Janusz Korczak lo cual permite construirse una imagen más firme del médico/escritor, que a pesar de su trágico final (junto a sus doscientos niños, tuvo al viajar en dirección a Treblinka) fue coherente con su ideología y la benevolencia que sostiene el mundo infantil.</span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: black; font-family: trebuchet; font-size: large;"><i>Diario de un gueto </i>es una obra que aporta detalles mínimos, de forma independientes pero que a su vez unidos aportan el sostén de una gran capa social y de los grandes acontecimientos que se viven para lograr un entendiendo más conexo del difícil momento histórico que les tocó vivir.</span></p><p style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: verdana; font-size: large;"><br /></span></p><p align="RIGHT" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: red; font-family: verdana; font-size: medium;"><b>© Texto y foto </b></span></p><p align="RIGHT" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: red; font-family: verdana; font-size: medium;"><b>Miguel Urda Ruiz</b></span></p><p style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="font-family: verdana;"><span style="color: red; font-size: medium;"><br /></span><br /></span><br /><br /></b><br /></p>Miguelhttp://www.blogger.com/profile/09133187594037874555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8948377035946810936.post-35872224891821292102022-05-08T18:22:00.004+02:002023-03-01T09:29:52.070+01:00El lunes nos querrán, Najat El Hachmi: una libertad apresurada<p> </p><p align="CENTER" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;"><b><br /><br /></b></span></span></span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjxKkyQuSPQ5HJlV2INsfujaC2av-lR0Gdrpl5lZATVAWp2cLovhLQhKavqtNIK4Jva4bVMksF-yGLiEuk88uRer9-vASvkbYF_lkaLUjZet6C2UMPtvU8gRz2Xf0kzROuKwAgHYMM6s5S4P2ybLhunR4ejv2jkXTW9Kag6xFXRziHNbpl-1EtzeKj8" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="640" data-original-width="480" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjxKkyQuSPQ5HJlV2INsfujaC2av-lR0Gdrpl5lZATVAWp2cLovhLQhKavqtNIK4Jva4bVMksF-yGLiEuk88uRer9-vASvkbYF_lkaLUjZet6C2UMPtvU8gRz2Xf0kzROuKwAgHYMM6s5S4P2ybLhunR4ejv2jkXTW9Kag6xFXRziHNbpl-1EtzeKj8=w270-h360" width="270" /></a></div><br /><br /><p></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: black;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;">Dejar atrás un mundo anclado en la tradición cultural vertebrada por la religión, para encontrar la felicidad. Así podría resumirse el argumento de la novela <i>El lunes nos querrán</i> de Najat El Hachmi ganadora del premio del año Nadal en el año 2021. Una historia que permite al lector imbuirse en lo que significa vivir bajo los estigmas del patriarcado al ser hijo de inmigrantes, cuando se está disconforme con ese estilo de vida y se quiere ser libre.</span></span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: black;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;">Con la intención de mostrar un amor, y bajo el paradigma de confesión/carta la autora recorre la vida cotidiana de los magrebíes que han trasladado sus costumbres a un país, supuestamente, más avanzado social y culturalmente. Aspectos como la sumisión de la madre (mujer), la veneración (el obedecer y silencio) hacia el hombre, las comidas, las relaciones familiares, los vecinos, el que dirán, el salvaguardar la apariencia, los matrimonios concertados, el uso del velo, etc., queda patente en la novela. Bajo el punto de vista de la protagonista se refleja la dureza de la vida del inmigrante y el intento de seguir con el arraigo de su cultura en el extrarradio de una ciudad como es Barcelona. Es hacer un viaje continuo al interior de sí mismo y al exterior de las costumbres que refleja dos mundos, dos culturas, dos micro vidas que se delimitan a raíz de las vías de un tren que delimitan el extrarradio con la ciudad y la ciudad con el extrarradio y dónde el deseo de pertenecer a la matriz urbana mayor es esencial para seguir viviendo y donde los ojos de la gran urbe hacen la vista por no mirar las postillas de la sociedad arrojadas al extrarradio.</span></span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: black;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;">Bien estructurada con capítulos cortos y una narrativa ágil, nos encontramos con dos partes bien diferenciadas en la novela. En la primera construye el presente a través de la ilusión de una chica de diecisiete años. Su deseo de salir de una sociedad anquilosada, de ser una chica normal -léase una chica sin tener tabúes culturales arcaicos– donde puede ir al instituto e incluso a la universidad, enamorarse y ser feliz. Elementos que en la cultura musulmana están al margen o prohibidos para una mujer. Una segunda parte donde la realidad ya ha pasado por el filtro de la ilusión y el resultado es lo que hay y no queda más remedio que vivirlo o aceptarlo. Luchar contra el destino no siempre se puede o no siempre hay un resultado óptimo. A pesar de ello, esos capítulos breves y ágiles son el mayor obstáculo de la novela. La acción transcurre tan deprisa que la autora no se detiene en escenas que requieren más atención para así entrar un poco más en el palpitar de los sentimientos que perviven bajo una consigna religiosa. Incluso hay personajes como <i>La parabólica</i>, por ejemplo, que pide una historia propia; o Javier, construido superficialmente con la intención de reflejar un amor no permitido y que en la historia es desaprovechado.</span></span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: black;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;">No es hasta el final cuando queda patente la intención de la autora al dejar al descubierto la idealización de la protagonista del amor. No todo el amor reflejado en la literatura es idílico ni en la vida real lo es. No obstante, los esquejes de conocer la literatura que suelta por toda la novela son innecesarios y parece que quiere decir que ha leído a Bovary, Becquer o Karenina.. Hay muchas formas de utilizar la literatura, para no transmitir la sensación de querer decir que la conoce.</span></span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: black;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;">Najat nos aproxima al centro de dos micromundos dentro de dos culturas tan distintas, pero a la vez tan cercanas y que están obligadas a entenderse por la necesidad recíproca de cada una. La novela permite identificarse con la claustrofobia social de una religión, la ansia por tener una vida propia y la ilusión por traspasar las vías de un tren para buscar una libertad, solo que a veces no siempre tiene las características que se había soñado.</span></span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><br /></p><p align="RIGHT" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="color: red; font-size: medium;"><b>© Miguel Urda Ruiz</b></span></span></p><p align="RIGHT" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="color: red; font-size: medium;"><b>Texto e Imagen</b></span></span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><br /><br /><br /></span></span><br /></p>Miguelhttp://www.blogger.com/profile/09133187594037874555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8948377035946810936.post-62622086646453553602021-10-10T18:52:00.006+02:002021-10-10T18:53:26.956+02:00.<br /><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-q43iG5g2QPg/YWMaHU295UI/AAAAAAAABVo/6EViblzI-sYBifoxYhqtG6vhfoReEzmXQCLcBGAsYHQ/s2794/white_logo_color_background.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1126" data-original-width="2794" height="206" src="https://1.bp.blogspot.com/-q43iG5g2QPg/YWMaHU295UI/AAAAAAAABVo/6EViblzI-sYBifoxYhqtG6vhfoReEzmXQCLcBGAsYHQ/w511-h206/white_logo_color_background.jpg" width="511" /></a></div><br /><p></p><p></p>Miguelhttp://www.blogger.com/profile/09133187594037874555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8948377035946810936.post-16087664805730751692021-07-02T08:06:00.010+02:002024-03-23T12:08:39.087+01:00Medallones, Zofia Nalkowska: La realidad del dolor<p align="CENTER" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><br /><br /></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: black;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="color: black;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-WKLmtkJ-pG0/YN6slsBDnDI/AAAAAAAABUk/5axZH6pIbSYOse89RfI3R_YrjScPT27VgCLcBGAsYHQ/s1384/MEDALLONES.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1384" data-original-width="1198" height="367" src="https://1.bp.blogspot.com/-WKLmtkJ-pG0/YN6slsBDnDI/AAAAAAAABUk/5axZH6pIbSYOse89RfI3R_YrjScPT27VgCLcBGAsYHQ/w318-h367/MEDALLONES.jpg" width="318" /></a></span></div><span style="color: black;"><br /><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;"><span style="color: black;"><span>En la literatura del Holocausto hay eje referencial que es Primo Levi y su trilogía </span></span><span><span style="color: black;"><span><i>Si es esto es un hombre</i></span></span><span style="color: black;">, pero es precisamente una mujer Zofia Nalkowska, (1884-1954) nacida en Varsovia, quién muestra el dolor de la barbarie cuando se acopla a la rutina del día a día. Apenas hay información sobre la autora en nuestro país. Con una obra literaria considerable sólo hay dos narraciones publicadas en español: el libro de relato </span><span style="color: black;"><span><i>Medallones</i></span></span><span style="color: black;"><span><b> </b></span></span><span style="color: black;">y la novela </span><span style="color: black;"><span><i>Invierno en los alpes</i></span></span><span style="color: black;">, que recoge una perspectiva de la sociedad europea en 1925 mediante los huéspedes de un hotel en los Alpes suizos.</span></span></span></div></span><p></p><p style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;"><span style="color: black;">¿Qué ocurre cuando el dolor y horror social se convierte en algo cotidiano? Cuando incluso los causantes de ello se asombran</span><span style="color: black;"><span><i>, Hasta un alemán se espantó al verlo</i></span></span><span style="color: black;">. Esta frase pertenece al libro aquí reseñado y recoge la síntesis de lo que hay dentro de él. Un dolor que viene promovido y acompañado por ideas políticas y religiosas.</span></span></p><p style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;"><span style="color: black;"><span><i>Medallones</i></span></span><span style="color: black;"><span><b> </b></span></span><span style="color: black;">fue publicado por primera vez en 1946 y traducido al español en el año 2009 por la editorial </span><span style="color: black;"><span><i>minúscula.</i></span></span><span style="color: black;"><span><b></b></span></span><span style="color: black;">Contiene ocho relatos cortos, de no más de cinco páginas cada uno, pero que no por ello están ausente de intensidad narrativa. La escritora participó en la comisión encargada de investigar los crímenes nazis en Polonia, lo cual sirvió como base documental para los relatos. Con un estilo, en apariencia simple, la autora va desgranando el engranaje del terror y su aplicación a los miembros de la sociedad que consideran no válidos. Por sus páginas pasamos por una fábrica de jabón, por un cementerio donde lo más atípico es que alguien muera de forma natural, por una rotura de rodilla, por las ruinas de un palacio.</span></span></p><p style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: trebuchet; font-size: large;">Son relatos que parecen inocentes y que consiguen hacernos partícipes de ese dolor cotidiano que impregna el miedo político y todo ello sin cuestionarnos nada, porque en el momento que nos ponemos a leer, sabemos que aquello ocurrió. Que la realidad está impregnada de barbarie. Qué el hombre y su ideología es posible de eso y más y por mucho tiempo que pase quedará una huella imposible de borrar.</span></p><p style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;"><span style="color: black;">La guerra es un enemigo ideológico promovida por el hombre; la literatura de Zofia Nalkowska recoge la injustificación de porqué una guerra. </span><span style="color: black;"><span><i>Medallones </i></span></span><span style="color: black;">es un libro de relatos breves, que no pueden leerse de un tirón. Hay que reposarlo, sentirlo, vivirlo y si es necesario llorar. </span></span></p><p style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: trebuchet; font-size: large;">El gran peligro de la literatura es que a veces nos olvidamos que es verdad.</span></p><p style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;"><b><span> <span style="color: red;"> ©</span></span><span style="color: red;">Imagen y texto, Miguel Urda Ruiz</span></b></span></p><p style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: verdana; font-size: medium;"><br /></span></p><p style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black;"><br /></span></p>Miguelhttp://www.blogger.com/profile/09133187594037874555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8948377035946810936.post-31069528394418803332021-02-22T08:50:00.000+01:002021-02-22T08:50:05.897+01:00Miguel Torga: la construcción de un héroe<p> </p><p align="CENTER" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpURg0wBIlEoAgMzhkPEuHgIZXErQGC4oc5mB_4Fy1GTxtrmN2DEM8EWDQ8Y_Bo6RHxabYJpp_F-Bd7qkwF4rHT-iytimEeLrq-hlYvp6EpR2oWUAS00sp-3gpzBS5jHPvlkZmKtHc5ho/s1296/IMG_3867.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1296" data-original-width="1224" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpURg0wBIlEoAgMzhkPEuHgIZXErQGC4oc5mB_4Fy1GTxtrmN2DEM8EWDQ8Y_Bo6RHxabYJpp_F-Bd7qkwF4rHT-iytimEeLrq-hlYvp6EpR2oWUAS00sp-3gpzBS5jHPvlkZmKtHc5ho/s320/IMG_3867.jpg" /></a></div><p align="CENTER" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><br /></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">La literatura portuguesa es una joya sepultada o desconocida para el mundo occidental. ¿Quién conoce a Miguel Torga? ¿Es conocida para el gran público alguna obra suya? ¿Acaso nos suena su nombre? <i>El señor Ventura, </i>publicada en 2008 por la editorial Punto de Lectura, es una novela que sorprende y que hace cuestionarse al lector cosas relativas al por qué son relegadas u olvidadas de la primera línea de recomendaciones del canon literario.</span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">Bajo el seudónimo de Miguel Torga se esconde el escritor Adolfo Correia da Rocha, quien tuvo una vida que perfectamente podía ser representada por el personaje de su novela o viceversa, planteando el interrogante de si esta novela fue escrita a modo de autobiografía. En su prólogo que está <i>Escrita de una sentada</i> en 1943, pero no por ello esta exenta de calidad, y en ella nos encontramos a la esencia del alma portugués: viajera, sentimental, enraizada a la tierra. Concretamente, dicha novela narra las vivencias del Sr. Ventura que ansioso por descubrir (¿la vida?) recorre el mundo con todo lo que ello conlleva, viviendo momentos de fortuna y de sin sabores amargos o dulces.</span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">Con capítulos cortos, secuenciales y con un narrador en tercera persona hace que sea una novela de fácil lectura, y que exista una permanente ebullición de acontecimientos que no deja reposar al lector y lo adentra dentro de las aventuras del protagonista. Miguel Torga utiliza un lenguaje simple, directo y lleno de pinceladas de humor, para agilizar a la prosa. Sin ser una novela de aventuras se vive como tal. Nos encontramos viajes en barco; la curiosidad que provoca el mundo asiático; los bajos fondos; el amor correspondido y no correspondido; la infancia. El escritor portugués no va a la búsqueda de un Ulises ni a un Quijote, sino al alma portuguesa que ya de por sí es un propio héroe, al tener que subsistir para intentar sobrevivir en un mundo lleno de lagunas que abocan al olvido. Es una historia de construcción del héroe, del alma portugués, de un milagro.</span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">El autor refleja que toda persona tiene sueños en la primera etapa de su vida pero conforme esta va transcurriendo estos se olvidan e incluso si se cumplen hay que buscar en el recuerdo que una vez se tuvo. En el fondo la novela es un viaje, un viaje de un alma portugués que no se contenta con su destino y quiere desafiar a la Diosa Fortuna. Queda en manos el lector decidir si lo ha conseguido o no, o si el regresar a casa (en todo viaje hay un regreso aunque sea imaginario) te convierte en perdedor. </span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">Una novela curiosa, diferente y atractiva, sorprendiendo sobre todo al lector.</span></p><p align="RIGHT" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="font-size: medium;">© Miguel Urda Ruiz</span></b></p><p align="RIGHT" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="font-size: medium;">Texto y foto</span></b></p><p style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></p><p style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><br /></p>Miguelhttp://www.blogger.com/profile/09133187594037874555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8948377035946810936.post-84997708551179850852021-02-02T09:29:00.001+01:002021-02-02T09:42:09.364+01:00El amor del revés: emulando a Andersen<p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-629pW49Oo8w/YBkM9RlJCJI/AAAAAAAABSs/Dnf7WyjsmkgWgcpt8B-R0uONHJJVHU8CwCLcBGAsYHQ/s1632/IMG_3561.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1224" data-original-width="1632" src="https://1.bp.blogspot.com/-629pW49Oo8w/YBkM9RlJCJI/AAAAAAAABSs/Dnf7WyjsmkgWgcpt8B-R0uONHJJVHU8CwCLcBGAsYHQ/s320/IMG_3561.JPG" width="320" /></a></div><br /><p style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><br /></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="color: black;">¿Qué se espera de una novela confesional cuyo protagonista/autor es gay? </span><span style="color: black;"><i>El amor al revés</i></span><span style="color: black;"> de Luisgé Martín nos cuenta la vida de un escritor desde su descubrimiento de su condición sexual, hasta que contrae matrimonio. Publicada en Anagrama, esta narrada en una prosa de calidad, cuidada y esmerada que facilita al lector su inmersión en el mundo interior de un chico homosexual en el Madrid de las postrimeras del siglo XX.</span></span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="color: black;">En la primera parte, el autor se detiene a narrar con minuciosidad sus miedos, el descubrimiento de su orientación sexual, los primeros filtreos con el sexo, el sabor de la infelicidad que le acarrea ser homosexual, su formación como persona. E</span><span style="color: black;">l sentirse c</span><span style="color: black;">omo un bicho raro de la sociedad por </span><span style="color: black;">mostrar interés p</span><span style="color: black;">or personas de su mismo género. Incluso llega a cuestionarse si la homosexualidad es una enfermedad y se formula la pregunta que aparece cuando llega algo desconocido y no sabemos cómo afrontarlo ¿Por qué a mi? ¿Por qué soy gay? Hay una lucha interna del protagonista con sus miedos, con s</span><span style="color: black;">u condición sexual, con l</span><span style="color: black;">a sociedad la cual lo califica como "el raro" al ser diferente a lo establecido por el canon o estatus social imperante.</span></span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: black; font-size: medium;">El autor refleja el ambiente homosexual en la post movida madrileña, cuando muy pocas personas habían alzado su condición homosexual. Las figuras relevantes del momento intentaban confundir a la imagen pública con sus declaraciones o formas de actuar. Las dificultades de ser gay en una capital. Los mundos y pensamientos de un chico de 14, 16 , 20, 21 años, así como el miedo a que nadie sepa su condición. </span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: black; font-size: medium;">Pero Luisgé parece que llegado a la parte final del libro tiene prisa –¿Le apremiaban los editores? ¿Se acercaba la fecha de la feria del libro y quería terminarlo para poder estar presente en las firma?– Le llega lo que tanto ha estado deseando toda su vida y la narración en sí: la felicidad y en una capítulo de tres páginas zanja un periodo de su vida para dar por finalizada la novela. Sin embargo hay rastro de cómo conoció a su pareja, se enamoró... lo único que manifiesta que conoció a Axier, se casaron con un número concretos de invitados y fueron felices. Por momentos pensé que estaba leyendo a Andersen o los Hermanos Grimm. Un cuento con final feliz.</span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="color: black;">Bien pensado es una buena estrategia narrativa y comercial para que el amor se vuelva del derecho y nos cuente en una segunda parte todo el proceso de la felicidad. En </span><span style="color: black;"><i>El amor del revés, </i></span><span style="color: black;">Luisgé ha intentado emular a Andersen, pero se ha quedado en el camino. </span></span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></p><p align="RIGHT" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><b>©</b></span></span><span style="color: black;"><b> Miguel Urda Ruiz</b></span></span></p><p align="RIGHT" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: black; font-size: medium;"><b>Texto y foto</b></span></p><p align="RIGHT" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><br /></p>Miguelhttp://www.blogger.com/profile/09133187594037874555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8948377035946810936.post-35561411467334480702021-01-01T13:20:00.000+01:002021-01-01T13:20:01.680+01:00Lluvía fina: La (im)perfección familiar del ayer<p><br /></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJd32JDFI77sKwXFSVNXlIHaguynuNOK0DmDtAaU3FvV1vCh-8SHVlg9hDXQGFOn0EmjqcAY77yPyWP960_UFgippjYzKlLZVwwq2Fx0IAnV4rDGpizWe6_7fp6RpIvhcbM250_DVdv1c/s640/IMG_3557.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="630" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJd32JDFI77sKwXFSVNXlIHaguynuNOK0DmDtAaU3FvV1vCh-8SHVlg9hDXQGFOn0EmjqcAY77yPyWP960_UFgippjYzKlLZVwwq2Fx0IAnV4rDGpizWe6_7fp6RpIvhcbM250_DVdv1c/s320/IMG_3557.jpg" /></a></div><br /><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><br /></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">Ya lo constató Tolstói en Anna Kareninna: T<i>odas las familias felices se parecen; las desdichadas lo son cada uno a su modo</i>. Y no es cuestión de equiparar al autor de la novela aquí reseñada, Luis Landero, con Lev N. Tolstói pero sí que lo podemos tomar como referencia o punto de partida para dejar al descubierto que por mucho que transcurra el tiempo en todas las familias hay un cuarto de atrás oscuro, un cuarto de lleno de miserias, insatisfacciones, reproches, verdades y mentiras.</span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><i>Lluvia fina</i> es una novela de carácter familiar y de recurso fácil para argumentar, pero que una vez sumergido en la lectura de la novela uno percibe que no es así. El autor utiliza como elemento narrativo a un personaje agregado a la familia: Aurora, la nuera y que recurriendo a términos comparativos es la persona que aporta o lleva luz a la familia. </span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">El punto de partida de la narración es la idea de Gabriel –el hijo mayor–, de celebrar el cumpleaños de mamá con una comida con todos reunidos. A partir de la idea del primogénito la vida de todos personajes quedan al descubierto. El hieratismo de la madre y su forma de actuar; como ha sido la vida de los tres hijos: Gabriel, Andrea y Sonia.</span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">En la novela nos encontramos con personajes cotidianos, de la clase media y perfectamente identificables con un vecino, amigo o incluso con nuestra propia familia. Una madre, que enviudo al poco de casarse y tres hijos para sacar adelante, en una España que comienza a despertar del letargo del franquismo.</span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">Mediante conversaciones telefónicas con Aurora, (la benévola Aurora) los personajes se van construyendo, mostrando la espinas o pétalos que cada familia posee y el lector pasa a conocer todas los sinsabores que perviven la familia y que afectan a los familiares que se agregan a ella. La felicidad cuesta y a veces incluso se desconoce que exista.</span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">La celebración del cumpleaños de la matriarca suscita en el lector (más que a los propios personajes) concernientes a cuál es la verdadera intención del primogénito, pues a partir de su decisión todos los personajes se convulsionan y quieren hablar. El ayer no es tan perfecto así como tampoco lo es el presente. Todos saben, conocen, sienten, padecen su propia versión de la familia.</span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;">Luis Landero consigue que el lector se identifique con los personajes, asista a una historia tangible y le proporcione un incómodo fastidio cuando se llega a la palabra fin.</span></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></p><p align="RIGHT" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: red; font-size: medium;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><b>©</b></span><b> Miguel Urda Ruiz </b></span></p><p align="RIGHT" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><b><span style="color: red; font-size: medium;">Textos y fotos </span></b></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"></p><p align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><br /></p>Miguelhttp://www.blogger.com/profile/09133187594037874555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8948377035946810936.post-35892897152680207702020-03-26T11:55:00.001+01:002024-03-21T20:50:52.679+01:00La grietas de una sociedad<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYCNCOYd5AidhbcfLQnI5FCtPWDupXHqA7SrmpX3e0ZgUQoYV_YaZhwzk1s6-AtzfOQNCjTz4clPxxUaO6IpsOIu-T0ia6s9IsIaN-0vx328eoPU97N-vn63shLpQADI33BdiD75DCcXt6chkTwD3X1ZEKZTvM9pkqoBHuBmjM6Uoqcr86neoMgU8Mtfk/s2016/IMG_3430.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2016" data-original-width="1512" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYCNCOYd5AidhbcfLQnI5FCtPWDupXHqA7SrmpX3e0ZgUQoYV_YaZhwzk1s6-AtzfOQNCjTz4clPxxUaO6IpsOIu-T0ia6s9IsIaN-0vx328eoPU97N-vn63shLpQADI33BdiD75DCcXt6chkTwD3X1ZEKZTvM9pkqoBHuBmjM6Uoqcr86neoMgU8Mtfk/s320/IMG_3430.jpg" width="240" /></a></div><br /><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span>
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<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="CENTER" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><i>El adversario</i></span></div>
<div align="CENTER" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"> Enmanuel Carrére</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;">La novela <i>El adversario,</i> de Emmanuel Carrère, publicada por la Editorial Anagrama en el año 2011, narra algo tan simple para una sociedad como es el hecho de enjuiciar a un criminal. Justo a punto de descubrirse que ha llevado una falsa vida durante veinte años, decide matar a sus padres, mujer e hijos. Lo llamativo de la historia, en sus inicios, es la categoría del crimen, pero al finalizar la novela quedan muchas más preguntas en el aire, que la propia satisfacción de haber disfrutado de una buena historia.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Escrita con la técnica híbrida de narración periodística –acercada al gran público por Truman Capote– el escritor francés sabe conjugar y enlazar todos los elementos de que dispone la narratología para construir la historia, pero ¿qué se esconde tras la vida del asesino enjuiciado, Jean-Claude Romand? ¿qué le llevó a inventarse una vida durante veinte años? ¿es un loco? ¿un enfermo? El autor reconstruye la vida de una forma que para el lector sea fácil y atractiva, pero que a su vez deja al descubierto las grietas de la sociedad helvética, con un grado de bienestar elevado, a pesar de que los protagonistas habiten en una ciudad cercana a la frontera suiza. </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Una novela así no es una novedad y a mí enseguida me llevó a relacionarlo con el ensayo de Hannah Arendt, <i>Eichmann en Jerusalén,</i> donde ella cuenta los pormenores del enjuiciamiento a una persona encargada coordinar los trenes llenos de judíos con destino a las cámaras de gas. Hasta aquí todo va bien, pero me llama la atención como ambos escritores abordan el tema. Si despojamos a las dos historias de todos los ingredientes narrativos, vemos que el eje vertebral es un juicio a una persona y que solo los distingue el tipo de crimen cometido. Sin embargo, la categoría clasificatoria narrativa cambia, la escritora encuadra su obra en el ensayo y Carrère lo hace mediante la novela. Además de su teoría sobre la banalización del mal, Arendt, consiguió aproximar temas delicados y espinosos al lector sencillo con una prosa fácil y cercana, aportando los datos necesarios para justificar su pensamiento. Carrère prescinde de datos, solamente recurre, en la última parte de la novela, a cartas –no hay que olvidar que el debate eterno sobre si considerar las epístolas como literatura o no, sigue abierto– que el autor intercambia con el acusado para intentar justificar un poco su voluntad de escritor o de querer escribir sobre el tema, lo cual hace que me plantee si la clasificación que se ha hecho de esta historia es acertada o no, sin olvidar que el género narrativo no tiene como exclusividad a la novela. </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Tanto Carrére como Arendt, desmenuzan la vida de los dos acusados, desde prácticamente su nacimiento y lanzan cuestiones espinosas a la sociedad que al día de hoy, cuando llevamos consumidos casi el primer tercio del siglo XXI, tales como: ¿Qué hacemos con los monstruos que crea la sociedad? ¿es la sociedad quién los crea? ¿cómo debe de mirarse o tratarse a un monstruo social? ¿todos seríamos capaces de matar? Eichamann era un simple ciudadano sin grandes aspiraciones en la vida al que la burocracia nazi le hizo ganar puestos en su jerarquía, sin ninguna prueba de aptitud. Jean-Claude Romand comete unos crímenes porque toda su mentira está a punto de descubrirse. –¿Cuánto podía durar su mentira?– Dos personas, en mayor o menor medida, anodinas y con una línea simple de vida sin nada que destacar. </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;">La religión aparece también en<i> El Adversario</i>, y es donde se refugia el criminal, por lo que no deja de plantear interrogantes ¿La religión exculpa de las muertes con dolo? ¿Todo lo perdona la religión? ¿Todo puede quedar exento de culpabilidad al expiar los pecados? </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;">La palabra adversario, como la define María Moliner <i>Otra persona que lucha contra ella</i>. Me hace plantearme cual es el verdadero <b>adversario </b>de la historia ¿Jean Claude Romand? ¿Enmmanuel Carrére? que participa en la novela como un personaje más ¿Tiene la sociedad todas las respuestas para sus individuos?</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Son ciento setenta y seis páginas de prosa ligera, amena, que facilitan su lectura y que bajo ese aparente enjuiciamiento criminal hará que el lector ávido o curioso encuentre cuestiones<strike>,</strike> –difíciles o no de contestar– sobre una sociedad de consumo acomodada, y supuestamente<strike>, </strike>avanzada.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div align="RIGHT" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: red; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><b>©</b><b> Miguel Urda Ruiz</b></span></div><div align="RIGHT" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: red; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><b> Texto e imagen</b></span></div>
Miguelhttp://www.blogger.com/profile/09133187594037874555noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8948377035946810936.post-19176684854535303252020-01-22T13:45:00.002+01:002020-01-25T09:37:46.308+01:00Y el arzobispo que no quiere llegar<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2m4IAZIQKKkP0jtZ_eh2QiYU-ELc1BQtLcACHLohxV4HeZgONUTo8cIL77CWBWhxIaaI_FRm_I0VoUM3l9ygqMuIbht-oBumqLQGcWYq2JYwX4KN_4IaYe5qeOrlGgZvsTy-_rOBOu6s/s1600/IMG_6117.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="480" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2m4IAZIQKKkP0jtZ_eh2QiYU-ELc1BQtLcACHLohxV4HeZgONUTo8cIL77CWBWhxIaaI_FRm_I0VoUM3l9ygqMuIbht-oBumqLQGcWYq2JYwX4KN_4IaYe5qeOrlGgZvsTy-_rOBOu6s/s320/IMG_6117.JPG" width="240" /></a></div>
<div style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: large;"><span style="color: black;">Una espera. Algo que no llega, en este caso un arzobispo. ¿A qué me recuerda este argumento? Un personaje que espera y nunca llega. No necesito pensar mucho y tengo dos títulos: </span><span style="color: black;"><i>Esperando a Godot </i></span><span style="color: black;">y </span><span style="color: black;"><i>El coronel no tiene quién le escriba,</i></span><span style="color: black;">pero Ádám Bodor es un escritor completamente ajeno a la línea narrativa de Becket o García Márquez, aunque sí elabora una prosa impregnada de toque realista y mágica, pero totalmente diferente a los autores antes mencionados. </span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: large;"><span style="color: black;">Nacido en 1936 en la ciudad rumana de Cluj-napoca, fue encarcelado a la edad de 17 años lo cual marcó su existencia como individuo –igual que en la novela </span><span style="color: black;"><i>U</i></span><span style="color: black;"><i>n día en la vida de Iván Denísovich </i></span><span style="color: black;">del escritor ruso Aleksandr Solzhenitsyn– y como escritor. </span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: large;"><span style="color: black;">La narración comienza con la búsqueda y captura a dos solteronas escapadas de un centro de internamiento, las meten en un gallinero cuando la encuentran, lo cual pone de manifiesto la dureza de unos personajes en el</span><span style="color: black;"> inicio en una narración, pero que consigue la atención para seguir leyendo. La acción transcurre en un pueblo rodeado de basura y con una jerarquía eclesiástica que rige la vida diaria de los habitantes. </span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: large;"><span style="color: black;">El escritor rumano reafirma en </span><span style="color: black;"><i>La visita del arzobispo, </i></span><span style="color: black;">que el eje de su escritura es la deshumanización del sistema totalitario, que convierte al hombre en un animal. Un animal que busca sobrevivir y se aferra a cualquier atisbo de esperanza para ello, como por ejemplo hablando sobre la profesión de traficante de personas, que realiza bajo el agua aprovechando el curso del rio, oficio del padre del protagonista o narrador. </span><span style="color: black;">También si la circunstancia lo exige aparece un amor lesbiano, sin una justificación, solo porque el ambiente lo propicia. </span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: large;">Dentro de la narración Bodor inserta elementos y lugares que ayudan a despojar al hombre de su condición: hospital, centro de reclutamiento, colonia penitencia, vertedero que a su vez es el polo opuesto del idílico paisaje (las montañas) que debería ser para el ciudadano, pero es algo hecho a propósito para mostrar o exponer –siempre de forma implícita– la dureza de los regímenes políticos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: large;">Una prosa en cierta medida angustiosa y sin una línea narrativa continúa, sino que hace saltos al pasado para mostrar que el ayer no fue tan diferente como el momento en que viven los protagonistas. Hay momentos donde la narración queda difusa e incluso se cae en el pensamiento de estar perdido en la lectura, pero creo que el autor lo hace a propósito para que sea el lector quién establezca sus propias normas de lectura y comprensión del texto. </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: large;">Una novela que merece una segunda lectura y un autor para no olvidar y anotar sus obras en la lista de lecturas pendientes.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: large;"><span style="color: black;"></span><span style="color: black;"><i>La visita del arzobispo</i></span><span style="color: black;">esta publicada en Acantilado, traducido por Adan Kovacsics y consta de 129 páginas.</span></span><br />
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: large;"><span style="color: black;"><br /></span></span></div>
<div align="RIGHT" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: red; font-family: "times new roman" , serif; font-size: large;"><b>© Miguel Urda Ruiz, Texto y Foto</b></span></div>
Miguelhttp://www.blogger.com/profile/09133187594037874555noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8948377035946810936.post-68191103355729430462020-01-03T10:48:00.005+01:002020-12-30T20:34:47.447+01:00Cambio de status social: de esposa a viuda<br />
<div align="CENTER" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVwJ9vqRrn_G2tg37Urs8NVgzBCid5D5HUiYxS8GXqJTFhMgVffz_SKrrpZfXt3XOQVMKmiPuY2kzK23S4ikldZMZZybOw5_s4qqzsgX9wYXc4zffvj1FgUdM2JUTr2pqXixn65hb4VLU/s1600/513NRW72fkL._SX316_BO1%252C204%252C203%252C200_.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="499" data-original-width="318" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVwJ9vqRrn_G2tg37Urs8NVgzBCid5D5HUiYxS8GXqJTFhMgVffz_SKrrpZfXt3XOQVMKmiPuY2kzK23S4ikldZMZZybOw5_s4qqzsgX9wYXc4zffvj1FgUdM2JUTr2pqXixn65hb4VLU/s320/513NRW72fkL._SX316_BO1%252C204%252C203%252C200_.jpg" width="203" /></a></div>
<div align="CENTER" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Mi relación con la escritora Joyce Carol Oates es un tanto dispar. La conocí a través de una novela suya a finales de los años ochenta,<i>Marya. </i>No me gustó (¡prometo volver a leerla!) y ya se sabe, que como un autor <strike></strike>caiga en desgracia con su primera lectura difícilmente vuelves a leer algo más que haya escrito, sin embargo no ha sido una autora que se haya mantenido alejada de mi curiosidad literaria. Hace dos años me sumergí en la lectura de otra novela suya con todos mis reparos (venía de una buena recomendación) y para colmo un tocho de ochocientas veinticuatro páginas. <i>Un libro de mártires norteamericanos. </i>Al acabar la novela tuve que postrarme antes los pies de la escritora y reconciliarme con ella. </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Con <i>Memorias de una viuda,</i>no hay lugar a equívocos y uno sabe a lo que se va a enfrentar cuando se introduce en su lectura. Es la narración de la muerte de su marido y todo lo que ello conlleva. Casada Raymond Smith durante cuarenta y siete años, este contrae una enfermedad y en menos de una semana fallece. A partir de ese momento la autora deja al descubierto los sentimientos de lo que es ser una viuda, condición o estatus social otorgado sin ser consultada, atrás queda el hecho de ser persona, mujer o incluso escritora. </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;"> La prosa de Joyce Carol Oates es ágil que ayuda o facilita su lectura, pero no por ella está exenta de contenido o escrita de cualquier manera. Todo lo tiene muy estructurado, sabe qué y cómo contar. En esta obra ella nos enseña el lado de la muerte al que pocas veces nos atisbamos o la sociedad no nos deja ver. Aquí nos muestra que la muerte es un número para el hospital –una cama más ocupada–, es una firma para la burocracia –<i>Firme aquí–</i>; es un hecho social y hay que preocuparse por la viuda –¿Dónde queda el rango de esposa? ¿el de mujer?—. </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;">El desarrollo de la historia comprende un periodo de unos seis meses y sin caer en victimismos, casi añadiría que hay momentos donde ella muestra con su tono mordiente e irónico aspectos de lo que le ocurre, pero a la vez también es un aprendizaje, debe aprender a vivir sola. El hombre con el que compartió cuarenta y siete años de su vida no va a volver a casa. Lo sabe y tiene que aceptarlo, le guste o no. En un principio es una historia lineal, pero con total maestría intercala fragmentos de correspondencia privada (emails, cartas) sobre aspectos de como la ven desde el mundo exterior y al que ella parece ajena, y saltos al pasado, para contar como conoció a su marido, la discriminación laboral de la mujer en el ámbito universitario en sus primeros años de matrimonio y carrera literaria y aspectos raciales. No hay que olvidar que esta autora es conocedora de la sociedad norteamericana y desde que comenzó a escribir la<strike></strike>refleja en cada una de sus obras y con el tema de la muerte no iba a ser menos. </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-family: "times" , "times new roman" , serif; font-size: large;">En esta mirada al pasado también hay reproches. Todo no va a perfecto durante una vida matrimonial y se pregunta por cosas del matrimonio que a veces se dan por sabidas o que se obvian por no saber cómo afrontarlas. <i>Memorias de una viuda </i>no es una prosa inclinada al lamento, sino que muestra que después de la muerte hay vida, hará cosas que con su marido no hacía, conocerá a personas que con su marido no hubiese conocido, o incluso aprenderá aspectos de ellas (de sí misma o de las otras personas?) que ignoraba hasta ese momento. Publicado en Alfaguara, sus cuatrocientas sesenta y nueve páginas se leen con verdadero deleite.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="RIGHT" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: red;"><b>© Texto: Miguel Urda</b></span></div>
<div align="RIGHT" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: red;"><b>Imagen: Internet </b></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 24px; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<br /></div>
Miguelhttp://www.blogger.com/profile/09133187594037874555noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8948377035946810936.post-48539467819006494822019-11-06T11:26:00.003+01:002019-11-06T11:27:50.004+01:00Un día en la vida de Iván Denisovich<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: "timesnewromanpsmt" , serif;"><span style="font-size: x-small;">UN
DÍA EN LA VIDA DE IVÁN DENISOVICH</span></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/--6rfsI3go2E/XcKfPblqHII/AAAAAAAABNc/vO31B4438PYcIKCcuDBQPe4Ez7JhbHVvQCLcBGAsYHQ/s1600/41Fy0porDFL._SX329_BO1%252C204%252C203%252C200_.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="499" data-original-width="331" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/--6rfsI3go2E/XcKfPblqHII/AAAAAAAABNc/vO31B4438PYcIKCcuDBQPe4Ez7JhbHVvQCLcBGAsYHQ/s320/41Fy0porDFL._SX329_BO1%252C204%252C203%252C200_.jpg" width="212" /></a></div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: "timesnewromanpsmt" , serif;"><span style="font-size: x-small;"><br /></span></span></span></div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: "timesnewromanpsmt" , serif;"><span style="font-size: x-small;"><br /></span></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span style="color: black;"><span style="font-family: TimesNewRomanPSMT, serif;">¿Qué
puede ocurrir cuando en una dictadura apresan a un escritor y además
de forma injusta y caprichosa? La respuesta la tenemos en la
esplendida novela </span></span><span style="color: black;"><span style="font-family: TimesNewRomanPSMT, serif;"><i>Un
día en la vida de Ivan Denisovich, </i></span></span><span style="color: black;"><span style="font-family: TimesNewRomanPSMT, serif;">
cuya historia se construye a través de reflejos autobiográficos. </span></span>
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span style="color: black;"><span style="font-family: TimesNewRomanPSMT, serif;"> Esta
obra, de apenas ciento setenta y cinco páginas, narra con un
argumento sencillo cómo es la vida de un preso en un gulag soviético
en Siberia, durante nueve años, desde el toque de diana a las cinco
de la mañana hasta el toque de silencio. A través de una prosa
sugestiva y, en apariencia, ligera asistimos a los actos diarios de
los reos: el desayuno, los trabajos forzados o la convivencia por
citar algunos ejemplos</span></span>. Los pres<span style="color: black;"><span style="font-family: TimesNewRomanPSMT, serif;"><span style="background: transparent;">os
subsisten a t</span></span></span><span style="color: black;"><span style="font-family: TimesNewRomanPSMT, serif;">emperaturas
extremas de menos treinta grados donde queda patente que la lucha del
ser humano</span></span><span style="color: black;"><span style="font-family: TimesNewRomanPSMT, serif;"><span style="background: transparent;">
por sobrevivir se</span></span></span><span style="color: black;"><span style="font-family: TimesNewRomanPSMT, serif;">
hace aguda, ingeniosa y en cierta medida hasta cómica. </span></span><span style="color: black;"><span style="font-family: TimesNewRomanPSMT, serif;"><i>El
día de hoy había sido un éxito para él: Escapó al arresto, su
brigada no fue enviada a la Sozkoline, a mediodía se agenció una
ración extra, no le pillaron la hoja de sierra en el cacheo, ganó
algo con los servicios prestados a Cesar, y compró tabaco. Y no se
puso enfermo; se había recuperado. Pasó el día, sin que nada lo
ensombreciese, casi felizmente. </i></span></span>
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span style="color: black;"><span style="font-family: TimesNewRomanPSMT, serif;"><i> </i></span></span><span style="color: black;"><span style="font-family: TimesNewRomanPSMT, serif;">La
arbitrariedad de una dictadura para justificar una condena o castigo
deja ver la fragilidad del hombre al ser una marioneta de quien mueve
los hilos del poder. Es fácil que te acusen de nada demostrable con
veinte años de prisión. Y es aquí donde entra el </span></span><span style="color: black;"><span style="font-family: TimesNewRomanPSMT, serif;"><i>quid
</i></span></span><span style="color: black;"><span style="font-family: TimesNewRomanPSMT, serif;">de
la historia al no haber confrontación alguna del protagonista con un
adversario o rival para que e</span></span><span style="color: black;"><span style="font-family: TimesNewRomanPSMT, serif;"><span style="background: transparent;">xista
evolución en él, sino que en cada minuto que consigue restar a su
condena es un progreso, un ápice de tie</span></span></span><span style="color: black;"><span style="font-family: TimesNewRomanPSMT, serif;">mpo
ganado a los caprichos políticos del sistema sin que el hilo
argumental narrativo decaiga ni un solo instante.</span></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span style="color: black;"><span style="font-family: TimesNewRomanPSMT, serif;"> </span></span>Solzhenitsin
es un autor que desde muy joven tuvo muy clara la idea de lo que
quería ser en su vida: escritor. Con su obra narrativa, <span style="color: black;"><span style="font-family: TimesNewRomanPSMT, serif;"><i>Pabellón
de Cáncer, Archipiélago Gulag, La casa Matriona...,</i></span></span><span style="color: black;"><span style="font-family: TimesNewRomanPSMT, serif;">
dio a conocer al mundo occidental lo que ocurría dentro de las
cárceles del régimen soviético.</span></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span style="color: black;"><span style="font-family: TimesNewRomanPSMT, serif;"> Al
terminar de leer </span></span><span style="color: black;"><span style="font-family: TimesNewRomanPSMT, serif;"><i>Un
día en la vida de Iván Denisovich </i></span></span><span style="color: black;"><span style="font-family: TimesNewRomanPSMT, serif;"><span style="font-style: normal;">
</span></span></span><span style="color: black;"><span style="font-family: TimesNewRomanPSMT, serif;">acabo
con una sensación amarga, pero no </span></span><span style="color: black;"><span style="font-family: TimesNewRomanPSMT, serif;"><span style="text-decoration: none;">
porque</span></span></span><span style="color: black;"><span style="font-family: TimesNewRomanPSMT, serif;">
no me haya gustado la novela –a pesar de la dureza de lo que
cuenta-</span></span><span style="color: black;"><span style="font-family: TimesNewRomanPSMT, serif;"><span style="text-decoration: none;">
sino porque c</span></span></span><span style="color: black;"><span style="font-family: TimesNewRomanPSMT, serif;">onsidero
que se pueden escribir verdaderas joyas literarias sin que se siga el
ritmo o planteamiento establecido en la narrativa tradicional. Una
novela para aprender, para vivir y para enfadarte con algo tan
voluble como es la política.</span></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times, Times New Roman, serif; font-size: large;"> <i>Un
día en la vida de Ivan Donovisch</i> esta publicada en Tusquets.</span></span></div>
<div align="RIGHT" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>©</b></span></span></span><span style="color: black;"><span style="font-family: "timesnewromanpsmt" , serif;"><span style="font-size: small;"><b> Texto: Miguel Urda Ruiz</b></span></span></span></div>
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
</div>
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
</div>
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif;"><b>Imagén: Internet</b></span></div>
<br />
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
Miguelhttp://www.blogger.com/profile/09133187594037874555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8948377035946810936.post-45398080692806318852019-06-04T19:28:00.001+02:002019-06-04T19:28:42.532+02:00Un resquicio de ilusión atípica<div align="CENTER" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-size: large;"><b><br /></b></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjX-EkAvgNKvq_EPNJMF7WaHqXYTG9uoF-4V2lhDsQ8nIegK4ziiByf1Mh2TEbQCHPRZ3zk2PGBsxwmM1XWSzmQ5DVFUbKgWekkwpHUUwTW7LCi4lY4xhLHeLTxDdkscdB1evrenJNJl_Y/s1600/dc6ee0ba-2f98-45ed-ac11-0943a036a0c1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjX-EkAvgNKvq_EPNJMF7WaHqXYTG9uoF-4V2lhDsQ8nIegK4ziiByf1Mh2TEbQCHPRZ3zk2PGBsxwmM1XWSzmQ5DVFUbKgWekkwpHUUwTW7LCi4lY4xhLHeLTxDdkscdB1evrenJNJl_Y/s320/dc6ee0ba-2f98-45ed-ac11-0943a036a0c1.jpg" width="240" /></a></div>
<div align="CENTER" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-size: large;"><b><br /></b></span></div>
<div align="CENTER" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-size: large;"><b><br /></b></span></div>
<div align="CENTER" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-size: large;"><b>EL
AMANTE</b></span></div>
<div align="CENTER" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-size: large;"><b>A.B.
Yehoshua</b></span></div>
<div align="CENTER" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="CENTER" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-size: large;">Un
resquicio de ilusión atípica</span></div>
<div align="CENTER" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="CENTER" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="color: black;">¿Por
qué el título <i>El amante</i>? Esta pregunta es lo primero que se
me viene a la cabeza cuando termino de leer el libro. Y de acuerdo
que hay un amante en la novela, pero tiende a confusión con la obra
de Marguerite Duras y la novela es mucho más que un amante que
aparece en la vida de una persona. <i>El amante </i>del escritor
israelí A. B. Yehoshua es la disección de seis personajes, de una
sociedad, de un país alrededor de los cuales gira la historia. </span>
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-size: large;"> Yehoshua,
autor incluido en la clasificación de los escritores de la
Generación del Estado, excluye los temas del Holocausto de su
temática para centrarse en las relaciones personales en un
territorio nuevo donde todo es confuso, conflictivo y controvertido.
Con el trasfondo de la guerra de Yom Kipur, en 1973, cuenta una
historia que nos puede parecer atípica, ya que encontramos que es un
judío quien contrata a árabes para su taller de mecánica al estar
sus compatriotas en la guerra. Sin embargo, la novela tiene un
comienzo difícil que hace todo lo contrario: apartarte de su
lectura. Aunque no es hasta la segunda parte, en la página cuarenta
y cinco cuando la novela te atrapa y ya no puedes dejar de leerla. Se
inicia con el marido de la protagonista, Asia, en la búsqueda del
amante de su mujer, y uno tiende a los prejuicios sociales de que
quiere ajustar cuentas con él, pero no es así, sino que supone la
punta del iceberg de unas relaciones sociales y psicológicas.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-size: large;"> El
amante, Gabriel, está presente sin estar presente en gran parte de
la novela, es la sombra amenazante que acecha a los personajes para
destruir su mundo, un mundo que esta hueco, insatisfecho y cómodo
dentro de esa incomodidad. El autor consigue penetrar en las entrañas
de los pensamientos de los personajes dejando al descubierto diversos
puntos de vista de la situación que se vive en el momento: la
relación entre judíos y árabes; las culturas y la religión van de
la mano; las relaciones por edades entre los personajes.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="color: black;"> La
historia avanza en las distintas voces de los personajes, dando pie a
historias entrecruzadas, o la misma historia contada por diferentes
protagonistas con el consiguiente cambio de punto de vista, o un
personaje comienza una historia y es otro personaje quién la
finaliza. Hay personajes de todos los rangos de edad: Naim: niño que
ayuda en el taller de mecánica de Adam y que es obligado a trabajar
en lugar de ir a la escuela; Dafi, hija adolescente de los
protagonistas de la novela y que sufre de insomnio y problemas
escolares; Asia y Adam, matrimonio protagonista –ella profesora y
él mecánico que con cuarenta años se siente viejo y cansado–.
Gabriel, el amante, el extranjero es el fruto que aporta la ilusión
a los personajes y Vaducha, la abuela que ha despertado del coma, es
decir, Yehoshua disecciona por edades a los componentes de una
sociedad, de un territorio definido o indefinido según el punto de
vista del personaje que se mire. Los personajes, a su vez, son el
embrión de sus propias historias, que podían ser desarrollas en una
novela aparte. </span>
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="color: black;"> Sin
embargo, a mi modo de entender, Yehoshua escribe de más, es decir,
justifica la desaparición y aparición del amante para intentar
explicar el por que de una guerra. La novela hubiese ganado en
calidad si no hay justificación, quedando todos los cabos atados de
la historia por sí mismos dada la forma de narrar que tiene el autor
israelí. </span>
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-size: large;"> He
dicho unas líneas más arriba que los personajes podrían tener su
propia historia y así los veo. A dos novelas me ha remitido esta
historia y ambas muy diferentes, pero que a su vez enlazan con el eje
vertebral de desilusión y contenido vacío de la sociedad. Un
Gabriel, el amante, me ha llevado directamente a Meursault, <i>El
extranjero</i> (1942) de Albert Camus que va a enterrar a su madre y
que no sabe “si ha muerto hoy o tal vez ayer”. A Asia, la madre,
la esposa, la profesora, la veo reflejada en la protagonista de la
novela de Magda Szabó, <i>La Puerta,</i> publicada en Europa tras la
apertura al mundo exterior de Hungría. ¿Son influencias para A. B.
Yehosua? ¿Hay paralelismos? ¿Existe metaliteratura encubierta
dentro de esta historia? Es el lector quien tiene que decirlo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="color: black;"> <i>El
amante</i> está publicado en Duomo Ediciones. </span>
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="RIGHT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: red;"><b>©
Texto y foto </b>
</span></div>
<div align="RIGHT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<b><span style="color: red;">Miguel
Urda</span></b></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="CENTER" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
Miguelhttp://www.blogger.com/profile/09133187594037874555noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8948377035946810936.post-79059562570705035702018-01-02T11:55:00.002+01:002018-01-02T11:57:31.906+01:00Kilómetros en la noche<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-kA_ZSogppPA/Wktknk6TgvI/AAAAAAAABJ4/AjKZYwdyoVIlmcOVVlId8muiRCsBmr1HgCLcBGAs/s1600/La-persistencia-del-tiempo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="335" data-original-width="450" height="238" src="https://3.bp.blogspot.com/-kA_ZSogppPA/Wktknk6TgvI/AAAAAAAABJ4/AjKZYwdyoVIlmcOVVlId8muiRCsBmr1HgCLcBGAs/s320/La-persistencia-del-tiempo.jpg" width="320" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: small;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background-color: white; font-size: large;">Suena
mi teléfono móvil. Un número desconocido. Lo cojo y escucho un
“hola”, seguido de un apelativo cariñoso perteneciente a mi
infancia. Reconozco enseguida la voz de un amigo y que ambos llevamos
mucho tiempo sin vernos y sin h<span style="background-color: transparent;">abla</span><span style="text-decoration: none;"><span style="background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;">r.
Me pregunta </span></span><span style="background-color: transparent;">si me
h</span>e enterado. “¿De qué debo haberme enterado?”, le
pregunto. Ha muerto la madre de otro amigo de la calle de la niñez.
Le respondo que no me he enterado. A la pregunta de que voy a hacer
no existe duda alguna: debo ir al velatorio. Tras hablar un rato de
cómo nos va la vida y concretar que yo tengo dos horas y media de
carretera desde el lugar en que vivo actualmente hasta el pueblo de
mi infancia, quedamos en llegar juntos al cementerio a primera hora
de la noche.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="background-color: white; font-size: large;">Fue vernos y fundirnos en un abrazo que nos perpetuaba
cómplices de la infancia y, tras unas breves palabras sobre uno y
otro, partimos hacia el santo lugar. Allí coincidimos con el resto
del grupo de amigos de la calle que nos vio crecer. Estábamos todos:
cuatro chicos y dos chicas. Tras dar el consabido pésame, acompañar
a nuestro amigo por la muerte de su madre, alguien sugirió ir a
picar algo. Y nos fuim<span style="color: black;">os
los seis amigos del ayer y el cónyuge de uno. En el restaurante, a
pesar de la </span><span style="color: black;"><span style="text-decoration: none;">incomoda
</span></span><span style="color: black;">situación,
evidentemente la conversación fue el pasado y</span>
de regreso al cementerio uno dijo una chorrada que tuvo respuesta por
parte de otro, al cual siguió otro... bajo la mirada atónita del
marido de una amiga. Y así estuvimos hasta llegar a la sala de
duelo, donde volvimos a guardar la compostura. Por momentos, el ayer
seguía intacto.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background-color: white; font-size: large;"> Abrazos
de despedida mientras justificamos cómo es la vida. Lanzamos al aire
la promesa de vernos más. Ya en el coche y de regreso a mi casa,
pienso en la inexorabilidad, en los vínculos que crea la niñez y
cómo el paso del tiempo no ha podido con ello. Busco en el Spotify
del móvil una canción de Presuntos Implicados, <i>Cómo
hemos cambiado</i>, y me
pongo a tararearla mientras me sumerjo en los kilómetros de la noche
y pienso en la remota infancia, que sigue impoluta, y en la urna del
tiempo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="RIGHT" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<br />
<div align="RIGHT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: red; font-size: small;"><b>©
Miguel Urda Ruiz, texto</b></span></div>
<div align="RIGHT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: small;"><b><span style="color: red;">Foto, Interne</span>t</b></span></div>
Miguelhttp://www.blogger.com/profile/09133187594037874555noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8948377035946810936.post-34181537256453790152017-03-26T13:00:00.000+02:002017-03-26T13:01:51.927+02:00Quimica humana<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-kxp2faZEACU/WNeeuWMRqZI/AAAAAAAABJQ/IfzJf8JqRkETevKvt4yz-GIm72LwxDusACLcB/s1600/QUIMICA%2BHUMANA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="315" src="https://4.bp.blogspot.com/-kxp2faZEACU/WNeeuWMRqZI/AAAAAAAABJQ/IfzJf8JqRkETevKvt4yz-GIm72LwxDusACLcB/s320/QUIMICA%2BHUMANA.jpg" width="320" /></a></div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="CENTER" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="CENTER" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<b>QUIMICA
HUMANA</b></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">De
sobra es sabido que no siempre existe la química humana cuando dos
personas se conocen o se presentan. Durante un taller literario me
pasó con una compañera de clase, pongamos que se llama Felisa,
cuando a los pocos días comprobamos que nuest<span style="background: transparent;">ra
aversión era </span>mutua. Todos sabemos que interiormente hay algo
de química que nos provoca ese rechazo, intentando tener a esa
persona lo más lejos posible de nosotros. El comportamiento entre
los dos fue correcto durante el tiempo que duró el cursillo y nunca
más volvimos a saber uno del otro hasta el pasado domingo en que
recibí una solicitud de amistad por el Facebook de mi antigua
compañera de taller –la mencionada Felisa–, lo cual <span style="background: transparent;">me
asombró con la consiguiente pregunta de "¿para qué quería
ser mi amiga en las redes sociales?", pero como estaba liado
con otras cosas, me olvidé del asunto. </span>
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="background: transparent; font-size: large;"> Ayer
tomé café con una amiga para charlar sobre literatura,
fundamentalmente. Al hablar de un conocido común que está por
publicar un libro de relatos me dijo que Felisa acababa de publicar
una novela. Sin pensarlo demasiado, até cabos al momento. Ya tenía
la respuesta que se me planteó el domingo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Hay
que ser lógico y consecuente con los actos que uno acomete. Todos
sabemos que bajo<span style="text-decoration: none;"> la </span><span style="text-decoration: none;"><b>amistad</b></span><span style="text-decoration: none;">
d</span>e <span style="font-style: normal;">Facebook</span> subyace
una capa de interés, ya sea personal, comercial..., y n<span style="text-decoration: none;">o
es una</span><span style="text-decoration: none;"><span style="background: transparent;">
</span></span><span style="text-decoration: none;"><b><span style="background: transparent;">amistad
</span></b></span><span style="text-decoration: none;"><span style="background: transparent;">c</span></span>omo
la de dos amigos que quedan para tomarse unas cañas, hablar sobre
cómo está la vida o discutir, si es necesario. El hecho de que
esta persona me pidiese <b>amistad</b> y al poco tiempo descubriese
que lo ha hecho con una intención concreta me ha suscitado varias
reflexiones. Por una lado, está la poca estima o amor propio que nos
tenemos cuando se trata de vender nuestro producto, es decir, que si
yo aceptase su <b>amistad</b> vería en su muro toda la publicidad
que está haciendo de la novela, el título, la portada, próximas
presentaciones..., quedando olvidado que entre ella y yo no había
química humana, lo cual me lleva a la hipótesis de que nos
vendemos al mejor postor, a nuestro enemigo, nuestro compañero de
química fallido, para restregarle en todos los morros que he
publicado una novela. ¿No tenemos orgullo? Y los escrúpulos ¿dónde
quedan? ¿Caen al olvido para hacer publicidad de nuestra novela? Con
este comportamiento, queda patente que olvidamos nuestro código
ético para que se sepa que he publicado una novela, un libro de
relatos, o que he puesto en el mercado algún producto de mi
creación.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Facebook
o las redes sociales nos facilitan la baraja de la cobardía al no
tener que enfrentarnos de forma real con la otra persona para hacerla
conocedora de mis méritos. Estoy convencido de que si me encontrase
con mi "rival" -por llamarla de algún modo- de cara a
cara, no me haría partícipe de sus logros.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Todo
esto puede resumirme bajo la palabra de coherencia ante ciertas
actitudes de la vida; si no es amigo, no es amigo para nada.
<b>Coherencia</b>, palabra que resulta difícil de aplicar cuando<span style="text-decoration: none;">
incumbe a algo tan difícil de equilibrar como son las relaciones
personales. </span>
</span></div>
<div align="RIGHT" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: red; font-size: large;"><span style="font-family: "times new roman" , serif;"><span style="text-decoration: none;"><b>©</b></span></span><span style="text-decoration: none;"><b>
Miguel Urda Ruiz, texto </b></span>
</span></div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<div align="RIGHT" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="text-decoration: none;"><b><span style="color: red; font-size: large;">Foto:
Internet</span></b></span></div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
Miguelhttp://www.blogger.com/profile/09133187594037874555noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8948377035946810936.post-40461393871232402362016-06-30T09:32:00.001+02:002016-06-30T10:09:01.347+02:00Treinta de junio. Y mañana es Navidad<div align="CENTER" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-ZVo2_QwqLb8/V3TKuO6Dj7I/AAAAAAAABIM/ZN53Dk6jyncxwrD-8RssdJwNib0P3TeZQCLcB/s1600/feliznavidad.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="181" src="https://1.bp.blogspot.com/-ZVo2_QwqLb8/V3TKuO6Dj7I/AAAAAAAABIM/ZN53Dk6jyncxwrD-8RssdJwNib0P3TeZQCLcB/s320/feliznavidad.jpg" width="320" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Treinta
de junio. Sí, treinta de junio es el día que marca hoy el
calendario cuando lo he mirado para ver la agenda del día, y he
pensado: "Pero si ayer estaba comprando los regalos de Navidad".
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"> Busco
el planning anual de la agenda y sí, es verdad, compruebo que
efectivamente han pasado seis meses con<span style="background: transparent;">
sus respectivos días y entonces perc</span>ibo el sutil pensamiento
de que mañana comienza la cuesta abajo del año y la Navidad esta a
la vuelta de la esquina. Y no crea, lector, que estoy tan loco ni mi
pensamiento es disparatado o ilógico: mañana es Navidad. Solamente
es cuestión de ponerse a hacer cuentas con el calendario por
delante.<b> Julio </b>y<b> agosto</b> pasan volando, con eso de las
vacaciones; de la playa; que si la verbena del barrio o del pueblo;
que si este año ha sido el más caluroso desde... y sin darnos
apenas cuenta nos plantarnos en <b>septiembre</b> lo que significa la
vuelta al colegio; que caro esta todo; que al niño no sé si
apuntarlo a clase particulares de cocina o un curso de astrología
celta; que las vacaciones que cortan se me han hecho; pues no son
adelantados los chinos <i>ni na</i>, que ya han puesto las cintas de
espumillón a la entrada y al volver a mirar el calendario estamos
en<b> octubre, </b> cuyo principal indicador es el cambio de ropa,
con el consiguiente ajetreo que sufre el armario. En el puente del
Pilar las más avispadas compran el marisco porque ya se sabe que
conforme se vaya acercando la fecha todo sube de precio. Mientras
terminamos de adaptarnos a la oscuridad que supone el otoño y la
ropa de abrigo, llega el puente de todos los santos, es decir,
<b>noviembre</b>, y las voces que hablan de que la Navidad esta a la
vuelta de la esquina son bastantes. Ya es más común ver en las
pescaderías de los hipermecados a los matrimonios el fin de semana
comprando el marisco, incluso hay algún reproche sobre la cena más
hipócrita, perdón, familiar: "este año a casa de tu hermano
no vamos" "si quieren venir que vengan ellos"...
Asombrándonos de lo corto que son los días, las llegada de las
lluvias y el frío , y que el próximo años nos vamos a un spa
porque lo planificaremos con tiempo llega el puente o acueducto de la
Constitución, es decir, <b>diciembre.</b> Ahí sí, ahí somos ya
conscientes de que la Navidad esta a puntito de llegar; tiendas
<i>rellenas </i>de gente; el congelador a <i>rebosssar</i>, y los
planes sobre a casa de quién vamos: "ni se te ocurra sentarme
al lado de tu..."; los villancicos en la calle; la lotería,...
, están flotando en el aire; a los pocos días le dan las vacaciones
del colegio a los niños, y de pronto pensamos, pero coño si ayer
era verano y ya estamos en Navidad.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"> Y es
que es verdad, el tiempo ni corre ni vuela, sino que compite
constantemente con la velocidad de Internet y a mi como me gusta ser
prevenido, por si acaso, voy a ir haciendo la lista de regalos y
localizando la caja del portal de Belén porque... mañana es
Navidad.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="RIGHT" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><b>©</b><b>
Miguel Urda Ruiz</b></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"><br />
</span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
Miguelhttp://www.blogger.com/profile/09133187594037874555noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8948377035946810936.post-82525908511925765392016-02-20T19:49:00.000+01:002016-02-20T19:50:15.818+01:00Querido Miguel: Caducidad epistolar<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/--Me8MSlKxIo/Vsi0_2ymZUI/AAAAAAAABH0/0DNQHY7QUC4/s1600/querido%2Bmiguel.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://3.bp.blogspot.com/--Me8MSlKxIo/Vsi0_2ymZUI/AAAAAAAABH0/0DNQHY7QUC4/s320/querido%2Bmiguel.jpg" width="199" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;">Era
una asignatura pendiente desde hace mucho tiempo, introducirme en la
obra narrativa de <b>Natalia Ginzbu</b><b>rg,</b>
y ha sido con la novela<i> Querido Miguel</i> cuando he podido
hacerlo, y para ser más exacto, ella ha acudido a mí. Quien me
conoce o sigue mi trayectoria narrativa y lectora, sabe de mi
devoción por <b>Carmen
Martín Gaite. </b>Días
atrás, pasaba por
delante de una tienda de libros de segunda mano –ídem sobre mi
afición a estas tiendas– cuando vi cómo el librero estaba
colocando un montón de libros en un cesto de mimbre. Llamó mi
atención el nombre de <b>Carmiña
</b>y al ver que traducía
a la autora italiana, no tuve que pensarlo dos veces para comprarlo.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;">
Escrita en un género que está prácticamente en desuso, el
epistolar, el eje visible de la novela es la relación de una madre
con su hijo, Miguel, a través de un periodo de tiempo de diez meses.
Nos adentra en una Italia –no muy diferente de la España de esos
instantes– de finales de los 70, que vive momentos difíciles y
arrastra las secuelas de los movimientos del 68, con unos
protagonistas que reflejan la verdadera cara del país: una Italia
donde los personajes no comen obligatoriamente pasta y que están
fuera del estereotipo que tenemos sobre ellos.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;">
En un primer plano, la autora italiana nos muestra el miedo que
tiene una madre a lo que puede sucederle al hijo, que camina siempre
por un borde ajeno a lo establecido. Pero no es solo la relación
materno-filial lo que llama mi atención, sino la parte del iceberg
narrativo que no es visible. ¿Cómo es la relación entre la madre y
el hijo? ¿A qué se debe ese desapego familiar? ¿Qué hay en él
que ni la muerte de su padre, ni la enfermedad de su madre le hace
regresar a su país? ¿Qué existe en los personajes de la novela que
genera una duda provocativa al lector? ¿De qué huye Miguel
realmente? De su madre, de sus relaciones familiares, de una duda
sexual, de su país... Más que respuestas, la autora emite preguntas
indirectas al lector para finalizar con la sensación de que los
personajes son incapaces de enfrentarse a la vida.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;">
Es una historia por la que ha pasado el tiempo –pero no por ello
ha perdido vigencia– , dada la velocidad actual de las
comunicaciones, lo cual me lleva a cuestionarme si esta novela podría
escribirse hoy en día y con qué resultado.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><i>Querido
Miguel</i>, –publicada
por Acantilado– (insisto) es la primera novela que leo de <b>Natalia
Ginzburg </b>pero, vista
su bibliografía, el lector hasta puede hacerse una idea de que el
eje de su obra son los conflictos familiares. Hay que profundizar más
en ella.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="RIGHT" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="RIGHT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: red;"><span style="text-decoration: none;"></span><span style="font-family: "times new roman" , serif;"><span style="text-decoration: none;"><b>©</b></span></span><span style="text-decoration: none;"><b>
Miguel Urda</b></span></span></div>
<div align="RIGHT" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: red;"><span style="text-decoration: none;"><b> texto y foto</b></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
<br /></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
<br /></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm; text-decoration: none;">
<br /></div>
Miguelhttp://www.blogger.com/profile/09133187594037874555noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8948377035946810936.post-32226018080955319642015-12-01T09:09:00.002+01:002015-12-01T09:09:39.138+01:00364 días anónimos (y nada ha cambiado)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Hace
algunos años publiqué esta entrada en mi blog tal día como. Ha
pasado el tiempo y veo como todo sigue igual y la gente sigue callando su conciencia por un día. </span>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAN0eL2QDSNXocL3v7iZNUOzcYVMpHbN7kU2n-9jpPmIpwwwaaRRX8me_rmb_vHkAy7pfH9x-78t6Iiq3WJ46wymY0u8mEV61VC56pzzrS15csa3rBJLniG2lPxQ4Ncamu456zlfawXBI/s1600/lazo+rojo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAN0eL2QDSNXocL3v7iZNUOzcYVMpHbN7kU2n-9jpPmIpwwwaaRRX8me_rmb_vHkAy7pfH9x-78t6Iiq3WJ46wymY0u8mEV61VC56pzzrS15csa3rBJLniG2lPxQ4Ncamu456zlfawXBI/s200/lazo+rojo.jpg" width="152" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif; font-size: large;">Cuando
escribo estas líneas es día uno de diciembre, día internacional
del SIDA. Durante un día al año a todos los ciudadanos nos obligan
a tomar conciencia sobre esta enfermedad y colocarnos un lazo rojo en
la solapa. En este día todo el mundo es consciente de lo que
significa el sida: enfermedades de homosexuales, de drogadictos, del
tercer mundo… que afecta “a la parte diferente” de la sociedad.
Los medios de comunicación han dado la noticia por activa y por
pasiva. Qué cosa tan paradoja y tan peculiar: se celebra el día de
una enfermedad, lo que parece llevar de forma orgullosa a
presentadores de televisión, políticos, gente de la vida social,
cuyo rostro es conocido, a lucir un lacito rojo como sinónimo de
compasión. Es el momento de ser solidario. Y todo el mundo tiene
cantidad de amigos gays, y los gays son la mejor gente del mundo, y
no pasa nada por ser gay, y gays, gays, gays… Es el día, es el
momento, de ser solidario para acallar una conciencia que olvida esta
enfermedad para el resto del año.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif; font-size: large;">Un
primero de diciembre caminaba yo por una calle concurrida de mi
ciudad cuando una señora, ya entrada en años y vestida de domingo,
con una hucha en su mano derecha y un lacito rojo en la izquierda se
acercó a mí para exigirme un donativo a favor de esta enfermedad.
Con la mirada le dije que no y, sin darme tiempo a hablar la buena
señora, metida en su papel de mujer solidaria y de de buen corazón,
en ese día de su buena acción, me inquirió en tono inculpatorio e
irónico:</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif; font-size: large;">-
Gracias, señor, por su voluntad. Estas pobres gentes le agradecerán
que no haya aportado nada para ayudar a estos desfavorecidos.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif; font-size: large;">Me
detuve en seco, al escuchar estas palabras y la señora cambió la
cara al ver mi gesto. Debió pensar que sus palabras me habían hecho
recapacitar y me paraba para sacar mi cartera y aportar algunas
monedas a su hucha.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif; font-size: large;">-Gracias
por su voluntad, caballero, volvió a repetir la buena señora,
acercando la hucha hacia mí.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif; font-size: large;">Pero
al ver que yo seguía sin hacer el gesto que tanto ansiaba ella quedó
un poco desconcertada.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif; font-size: large;">-Discúlpeme,
buena señora -le dije atenuando la entonación de las dos últimas
palabras. ¿Cree usted que por no llevar un lazo rojo en la solapa de
mi chaqueta no soy solidario? ¿Qué si no le echo algunas monedas a
su pertinente hucha no soy una persona solidaria y digna de esta
sociedad? Señora, se le agradece enormemente que dedique parte de su
valioso tiempo libre a solicitar dinero para la “pobre gente
infectada por esta plaga” como usted ha dicho, pero piense que si
no llevo un lazo rojo bien visible, ni me manifiesto pidiendo ayuda
tambien puedo ser solidario. Yo, señora, tal y como usted puede
comprobar, no llevo un lazo, pero durante 364 días, y de forma
anónima, soy participe de esta “sociedad marginada”; no tengo un
nombre social reconocido, pero participo de forma intensa en el
colectivo BASIDA. Yo solo quiero ayudar, y participo de forma
continua con este colectivo porque lo siento, no porque necesite
acallar mi conciencia durante un día.</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif; font-size: large;">A
veces el silencio es más efectivo que el ruido.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="color: red; font-family: Times New Roman, serif; font-size: large;"><b>©
Texto Miguel Urda</b></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="color: red; font-family: Times New Roman, serif; font-size: large;"><b> Foto
Google</b></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: red; font-family: Times New Roman, serif; font-size: large;"><b><br /></b></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
Miguelhttp://www.blogger.com/profile/09133187594037874555noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8948377035946810936.post-23586310766662578452015-09-13T19:57:00.000+02:002015-09-13T19:57:05.760+02:00SIN DUDA ALGUNA: REBECA<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-O27dpMMYY-8/VfW4FoAkT5I/AAAAAAAABGU/N9ACiefHLFw/s1600/rebeca.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-O27dpMMYY-8/VfW4FoAkT5I/AAAAAAAABGU/N9ACiefHLFw/s320/rebeca.jpg" width="213" /></a></div>
<div align="CENTER" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Apuesto
que son pocas las personas que no han escuchado o leído alguna vez
"anoche soñé que había vuelto a Manderley". Un comienzo
magnífico de una gran novela,<i> Rebeca, </i> publicada en 1938 y
obra cumbre de una de las grandes damas de la literatura británica
del siglo pasado: Daphne Du Maurier.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Con
una narrativa ágil, la autora (influenciada por las hermanas
Brönte), nos sumerge en un mundo ajeno al nuestro: la alta burguesía
inglesa y a todos nos hace soñar alguna vez con visitar, con vivir,
con poseer Manderley, y<span style="background: transparent;"> porqué</span>
no decirlo, con un amor entregado a la obsesión. Es una novela que
atrapa desde su primera línea y que nos hace levantarnos del sillón
con un sentimiento contradictorio: por un lado, queremos ayudar a la
nueva señora de Winter con la sombra permanente de Rebeca y que la
señora Danver aviva constantemente; pero, por otro lado, nos
preguntamos si es tonta y por qué no se rebela contra Manderley y
contra el ama de llaves.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Es
una novela encuadrada entre dos géneros: el romántico y el de
misterio, y que para el día de hoy, nos presenta una historia algo
ñoña, dado que estamos ya muy espabilados y avanzados en
cuestiones sentimentales. En el argumento encontramos los elementos
imprescindibles para una narración de estos estilos: intriga,
romanticismo y misterio, cuya autora resuelve de forma magistral.
Pero me pregunto en caso de que <i>Rebeca</i> hubiera sido escrito en
la actualidad ¿cómo sería la mujer que ama al señor de Winter?
¿Sería muy diferente de la obra que estoy hablando aquí? La mujer
desde mediados del siglo pasado ha conquistado mucho terreno y ha ido
despojándose del papel de ama de casa tonta, dócil, sumisa, que
cuida al marido, para ser un miembro más de la familia a tener en
cuenta y que por lo tanto opina.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Es
una obra -–literaria y cinematográfica– que todos tenemos en
mente y con los personajes claramente definidos gracias al cine en
blanco y negro de Alfred Hitchok, que la catapultó a la fama. Sin
embargo, este también ha provocado que la novela sea más accesible
al público pero se decanten por la película obviando la obra
literaria. No obstante, a pesar del tiempo transcurrido consigue
hacernos partícipes de la historia y disfrutar tanto de su lectura
como de su visión, y de ver ciertas ridiculeces de las altas capas
sociales y sobre todo de ver cómo ha evolucionado la mujer en
terrenos vedados desde mucho, mucho tiempo atrás.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"> Tanto
la novela como la película se acogen la atributo de calidad. No hay
duda alguna de ello.
</span></div>
<div align="RIGHT" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: red; font-family: Courier New, Courier, monospace;"><b>©</b><b>
Miguel Urda Ruiz</b></span></div>
<div align="RIGHT" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: red; font-family: Courier New, Courier, monospace;"><b>©</b><b>
Foto, Google</b></span></div>
<div align="RIGHT" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: red; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="RIGHT" style="font-weight: normal; line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
Miguelhttp://www.blogger.com/profile/09133187594037874555noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8948377035946810936.post-60184017237029514972015-08-14T11:02:00.001+02:002015-08-14T11:02:26.307+02:00Al cobijo del apellido Aldecoa<div align="CENTER" style="line-height: 0.81cm; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><b>EL
ENIGMA, JOSEFINA ALDECOA</b></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-1sqEt8pzNEk/Vc2ugO9E3fI/AAAAAAAABGA/kKf0NZEeEXU/s1600/el%2Benimga.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://4.bp.blogspot.com/-1sqEt8pzNEk/Vc2ugO9E3fI/AAAAAAAABGA/kKf0NZEeEXU/s320/el%2Benimga.jpg" width="195" /></a></div>
<div style="font-weight: normal; line-height: 0.81cm; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 0.81cm; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><span style="color: black;"><i><span style="font-weight: normal;">El
enigma,</span></i></span><span style="color: black;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">
última novela de Josefina Aldecoa que escribió y publicó</span></span></span><span style="color: black;"><i><span style="font-weight: normal;">,</span></i></span><span style="color: black;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">
presenta un argumento simple pero a la vez interesante: Daniel
Rivera, un profesor universitario de cuarenta y ocho años, acomodado
en su trabajo y en su vida diaria, va a Nueva York a realizar un
curso, allí conoce a Teresa y comienza un idilio. Las dudas sobre su
matrimonio, sobre lo que le está ocurriendo, el regreso a Madrid, a
su infancia, los contrastes culturales y educativos entre ambos
países... son los ejes por donde transcurre la novela. Daniel,
Berta y Teresa, son los tres personajes que utiliza para desarrollar
un buen triangulo sin que ningún lado llegue a encajar en la
perfección, para que el lector pueda cerrarlo con su interpretación
pero se queda en el intento.</span></span></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 0.81cm; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><span style="color: black;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;"> Leí
con verdadero placer la trilogía </span></span></span><span style="color: black;"><i><span style="font-weight: normal;">Historia
de una maestra</span></i></span><span style="color: black;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">
formada por dicho título, M</span></span></span><span style="color: black;"><i><span style="font-weight: normal;">ujeres
de negro </span></i></span><span style="color: black;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">y</span></span></span><span style="color: black;"><i><span style="font-weight: normal;">
La fuerza del destino;</span></i></span><span style="color: black;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">
sin embargo, a pesar de que había cosas que me rechinaban, las dí
por buenas, con una calidad literaria notable, con la idea de
reflejar la sociedad de un país que obligaba a emigrar al que no
estaba de acuerdo con su ideología. Cuando terminé de leer </span></span></span><span style="color: black;"><i><span style="font-weight: normal;">El
enigma </span></i></span><span style="color: black;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">me
cuestioné si estaba leyendo a la misma autora y sí, es la misma
escritora porque en el fondo están los mismos temas por los cuales
ella luchó y defendió: la educación, la igualdad de la mujer, la
crítica a la sociedad consumista, etc. Pero es hasta ahí donde
encuentro una similitud con sus primeras obras porque recurre a
elementos fáciles para ello: frases cortas, simples, propias de un
escritor principiante que no puede narrar con soltura y precisión;
cuenta la historia en tercera persona, lo cual conlleva un
alejamiento de los personajes sin permitir que nos adentremos en sus
sentimientos, los describe pasando de puntillas como si tuviese
miedo a profundizar en ellos, no vaya a ser que le cobren vida y se
apoderen de la historia. Además se nota demasiado el toque
autobiográfico en los ideales de los personajes.</span></span></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 0.81cm; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><span style="color: black;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;"> La
novela fue publicada por Alfaguara en el año 2002, las
comunicaciones no estaban lo desarrolladas que están en el momento
actual, dando un toque añejo a la novela, pero que al mismo tiempo
gusta ver cómo en el pasado se acordaba para llamar a tal o cual
hora, o se escribía una carta, incluso sabiendo que nunca esperaría
respuesta: "No eran cartas que esperaran respuesta</span></span></span><span style="color: black;"><i><span style="font-weight: normal;">".</span></i></span><span style="color: black;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">
</span></span></span>
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 0.81cm; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black; font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">
<span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">
La pregunta que cabe plantearse es de saber si esta novela no
hubiera venido avalada por el apellido Aldecoa ¿se hubiese
publicado? ¿Qué ocurre cuando el cónyuge se apodera del apellido
de su marido o esposa para escribir y publicar sin una calidad digna?
¿Todo es licito?</span></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 0.81cm; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><span style="color: black;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;"> Soy
un lector que intenta sacar siempre el lado positivo o algo de
provecho de un libro malo, pero tras </span></span></span><span style="color: black;"><i><span style="font-weight: normal;">El
enigma</span></i></span><span style="color: black;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;">
se me han quitado todas las ganas de seguir leyendo a esta autora, a
pesar de que tengo unas cuantas novelas pendientes ocupando sitio en
la estantería.</span></span></span></span></div>
<div align="RIGHT" style="font-style: normal; line-height: 0.81cm; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: red; font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><b><br /></b></span></div>
<div align="RIGHT" style="font-style: normal; line-height: 0.81cm; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: red; font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><b>©
Miguel Urda Ruiz</b></span></div>
<div align="RIGHT" style="font-style: normal; line-height: 0.81cm; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: red; font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><b>Foto Google</b></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; line-height: 0.81cm; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="font-style: normal; font-weight: normal; line-height: 0.81cm; margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"> </span></span></div>
<div style="font-style: normal; font-weight: normal; line-height: 0.81cm; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div style="font-style: normal; font-weight: normal; line-height: 0.81cm; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div style="font-style: normal; font-weight: normal; line-height: 0.81cm; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div style="font-style: normal; font-weight: normal; line-height: 0.81cm; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div style="font-style: normal; font-weight: normal; line-height: 0.81cm; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div style="font-style: normal; font-weight: normal; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
Miguelhttp://www.blogger.com/profile/09133187594037874555noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8948377035946810936.post-74091505652749408142015-05-01T03:21:00.000+02:002015-05-01T03:21:00.447+02:00Intemperie: Demasiado humo para tan poco fuego<div align="CENTER" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-6Of5Zv8iVBg/VTIakjFj7rI/AAAAAAAABFc/KfjjHrdH51w/s1600/intemperie.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-6Of5Zv8iVBg/VTIakjFj7rI/AAAAAAAABFc/KfjjHrdH51w/s1600/intemperie.jpg" height="320" width="189" /></a></div>
<div align="CENTER" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Jesús
Carrasco, (Badajoz, 1972) debutó en el mundo narrativo con
<i>Intemperie,</i> una novela que la prensa del gremio ha calificado
como el sucesor de Miguel Delibes. En España ha sido publicada por
Seix Barral y distribuida en más de trece países.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><i>Intemperie</i> es una historia de poco más de doscientas páginas
y de capítulos breves, que al hojearla, antes de iniciar su lectura,
muestra una sensación extraña que no te incita a meterte en ella,
pero que tampoco puedes rechazar. Una vez que ya has comenzado a
leerla, en concreto en mi caso fue en la segunda página, –ojo,
repito, en la segunda página– cuando descubrí que su fama es
desmerecida y que posiblemente me iba a arrepentir de haber
comenzado a leerla. ¿Qué se puede esperar de una novela que se
demora tres páginas en presentar al personaje?
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Esta
opera prima esta narrada en tercera persona y que, en efecto,
recuerda a Miguel Delibes en sus temas rurales –es la única
similitud que encuentro a Jesús Carrasco con él–. Hace el amago
de ponerse interesante cuando el protagonista, el niño, se
encuentra con el cabrero, y directamente mi pensamiento se dirigió a
<i>La sonrisa Etrusca</i> de José Luis Sampedro abriendo la
posibilidad de que me encontrase con una relación similar al
nieto-abuelo, con el niño-cabrero. Sin embargo, ocurre todo lo
contrario, la narración me aleja de los sentimientos de los
personajes, sin adentrar en la psicología de ellos, dejando caer los
hechos en una época indeterminada, lo cual, como lector, me provoca
un alejamiento de la historia.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"> Al
terminar de leer la novela, me quedo como el título: <b>a la
intemperie,</b> sin ganas de decir nada de ella, ni siquiera de
perder el tiempo escribiendo esta reseña o crítica, y es ahí donde
me duele la fama de estos autores noveles o de notoriedad
desmerecida, porque pienso que sí, que es una historia con los
ingredientes necesarios para que resulte atractiva y tenga una
calidad mínima, sino queda en una narrativa inmadura como salida de
un taller literario express.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">
Pienso en Jesús Carrasco y me entran escalofríos al ver la
responsabilidad que le ha caído sobre su carrera literaria. No
obstante, tengo curiosidad por su segundo libro, el cual leeré
prestado de la biblioteca de mi barrio, para reafirmarme en que a
veces un pequeño fuego narrativo provoca demasiado humo.</span></div>
<div align="RIGHT" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><b>©</b><b>
Miguel Urda Ruiz</b></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
</div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
Miguelhttp://www.blogger.com/profile/09133187594037874555noreply@blogger.com2