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Le avisaron de forma apresurada y urgente. Su marido acababa de tener un accident
e mortal con el coche. No podía dar crédito a lo que estaba escuchando.
e mortal con el coche. No podía dar crédito a lo que estaba escuchando.Cuando la Guardia Civil le confirmo la veracidad de los hechos unas lágrimas comenzaron a fluir por su rostro. Solamente ella sabía que no eran de tristeza.
Para el funeral, debajo del luto riguroso que se impone para dicho acto, ella se había colocado ropa interior roja.
Algo comenzaba a nacer en su interior.
Para el funeral, debajo del luto riguroso que se impone para dicho acto, ella se había colocado ropa interior roja.
Algo comenzaba a nacer en su interior.
Miguel
Qué fuerte!
ResponderEliminarLa viuda alegre...
Un beso,
Hola!
ResponderEliminarla pena es que tuviese que aguantar a que el otro muriese para empezar a ser feliz....
besos.
Qué ilu, brujooooo!!! un micro-relato para miii! Así da gusto cumplir años... ja ja... Gracias, un beso
ResponderEliminarHola Miguel,
ResponderEliminarSolo pasaba a desearte un feliz fin de semana.
Cuídate! Un besito,
¡Madre mia! me impactaron esas lágrimas al parecer de libertad
ResponderEliminarMe ha gustado leerte
Miguel
Un abrazo
Lágrimas de alegria,¿quizá?
ResponderEliminarAl parecer ser libre para ella era vestir de rojo...aunque sólo fuese en el interior...
Breve,pero suficiente.
Bueno, también.
Un beso.