Los Papeles Olvidados es un espacio que recoge los excedentes de producción creativa de mi imaginación y que muestro como proceso final en relato, comentarios o recomendaciones. Es una forma de reflejar mi vida y mis pasiones: la literatura y la escritura, y que decido compartir con usted, contigo, con vosotros respetables y apreciables lectores. Blog abierto a la opinión, a la sugerencia, a la critica, a la creatividad. Siéntase como en su casa.
6/14/2009
En la lejanía
Por fin había llegado el momento. Le prometió esperarlo y todo este tiempo había estado muy segura de sus sentimientos. En la lejanía distinguió su figura.
Cuando llegó ante ella y se abrazaron sintió que se encontraba ante un desconocido.
me paso algo muy parecido este viernes, tuve esa misma sensacion al encontrarme despues de un mes sin vernos, pero ese sentimiento duró los primeros 5 minutos, despues todo fue igual ( bueno mejor) que como habia sido antes de marcharse.
Es lo que ocurre cuando se tiende a idealizar a una persona, a un ser amado, a una relación.
Y sucede que a veces los pedestales caen, y el ser idealizado se convierte en un ser mundano. Lo difícil es que el corazón entienda este lenguaje, sino, no hay nada que hacer.
Idealizamos el amor y a la persona amada... y cuando nos damos cuenta... vemos que todo ha sido un sueño.
ResponderEliminarCuídate!
Un beso,
El amor en la distancia siempre se convierte en la distancia del amor.
ResponderEliminarDe todos modos, dile a tu protagonista que intente conocerlo de nuevo, seguramente descubrirá aspectos desconocidos que le atraen de él.
Saludos lelos!
me paso algo muy parecido este viernes, tuve esa misma sensacion al encontrarme despues de un mes sin vernos, pero ese sentimiento duró los primeros 5 minutos, despues todo fue igual ( bueno mejor) que como habia sido antes de marcharse.
ResponderEliminarEs lo que ocurre cuando se tiende a idealizar a una persona, a un ser amado, a una relación.
ResponderEliminarY sucede que a veces los pedestales caen, y el ser idealizado se convierte en un ser mundano. Lo difícil es que el corazón entienda este lenguaje, sino, no hay nada que hacer.