7/31/2024

Ciudades desiertas, José Agustín: con la manta a la cabeza




Liarse la manta a la cabeza es lo que hace Susana, la protagonista de Ciudades desiertas, cuando le proponen participar en un programa de escritores con todos los gastos pagados en Estados Unidos, y sin cuestionarse nada. Dejando atrás toda su vida, incluidos, marido y patria.

Nos muestra el reflejo de la convivencia en dos tipos muy diferentes de cultura (países) el escritor mexicano José Agustín visibiliza de forma muy delicada, pero efectiva, las diferencias entre el rico y el pobre, es decir, entre Estados Unidos y México. Un choque cultural que deja patente que el lugar donde se vive marca el pensamiento. 

Narrado de forma directa y continua provoca al lector a que llegue un momento en el que no sepa quién habla o lo que está pasando, aunque no le aleje de la historia. Es algo escrito con un sentido o una idea muy concreta y el autor lo consigue. Utiliza patrones establecidos que intentan reflejar la realidad social. Agustín muestra la supremacía del macho mexicano sobre la mujer, cuando va a buscarla poco tiempo después, y que todo está supeditado a sus caprichos sin tener en cuenta aspectos tales como lo que siente ella o lo que se cobija bajo el concepto "amor" y que es lo que supuestamente los unió. Por los personajes principales podemos ver la diferencia de pensamiento, tanto masculino como femenino sobre la forma de actuar y pensar, así como respecto a la forma de ver ambos países. El gigante, Estados Unidos, donde todo es grande, barato y efímero; mientras que en México es pequeño, caro (coste de vida) y duradero –o por lo menos se intenta–. 

La búsqueda de la identidad de Susana desconcierta a Eligio quién ve tambalear su masculinidad, la cual intenta mantener mediante los mecanismos que utiliza el hombre anclado en su patronaje fijado en el patriarcado o machismo, ante la libertad que ella tiene y lo poco que necesita a su marido para vivir, a pesar de que él sea un artista, pertenece al mundo de teatro, pero a veces cuesta más sostener la ideología arcaica que actuar ante el teatro de la vida. La protagonista emprende un viaje para encontrarse a sí misma a través de la literatura, además en una ciudad mitológica, Arcadia. Es una heroína, consigue lo que quiere, pero la novela provoca un giro, que hace al lector moverse en su sitio de lectura, pues si una novela no conmueve al lector ¿puede considerarse buena?

Publicada en 1984, se observa que la sociedad ha cambiado mucho en estos cuarenta años, aunque ciertos estereotipos sociales sigan vigentes y el gigante siga siendo gigante, pese a veces que el pequeño intenta protestar o gritar, y solo consiga hacer llegar su eco lejano.

© Miguel Urda Ruiz

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