1/24/2010

Dudas

Cuando estuve en Chicago, mi amigo Salvador y yo, fuimos a comer al Barrio Chino. En el esceparate de una tienda nos encontramos este cartel. Salvi dijo que se vende el local, yo que se alquila. ¿Hay alguien que puede sacarnos de la duda?
Miguel

1/20/2010

A veces ...



" A veces el mejor modo de saber lo que queremenos es elegiendo precisamente lo contrario".
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El mapa del tiempo
Felix J. Palma


1/14/2010

Desconfianza

Si hay algo de lo que Don Esteban, profesor de literatura a punto de jubilarse y cascarrabias de por vida, se siente orgulloso es de ser desconfiado por naturaleza de todo cuanto sea posible, y él bien que se jacta de ello proclamándolo a los cuatro vientos al menor atisbo posible: “desconfío de la gente que dice tener muchos amigos, porque realmente no conocen a ninguno; desconfío de la televisión, pues intenta despistar al ser humano quien atónito, en su sofá, la mira horas y horas sin darle derecho a opinar; desconfío de la publicidad que emiten radio, prensa y demás medios de comunicación sobre rebajas, descuentos, ofertas,… todo es una conspiración encubierta para hacer gastar más dinero al ciudadano; desconfío de las películas que bajo una labor promocional con crítica incluida las catalogaban de éxito seguro. Desconfío de los bancos pues son unos ladrones consentidos por el gobierno;…“.

Desconfiaba de tantas cosas que… ni él mismo sabía.

Pero en las Navidades que días atrás finalizaron, su nuera, -cuya relación no era todo lo agradable que podía ser- llevada más por las obligaciones diplomáticas que conlleva el intercambio de regalos por Reyes, le obsequió con un libro de mucho éxito en esta temporada y con un grosor considerable, y que a ella le habían regalado previamente y no pensaba leer.

Para Don Esteban, la literatura era lo único que merecía un margen benévolo respecto a crítica y desconfianza, aunque no estaba exenta del todo. Con el libro en las manos que su odiada nuera le había regalo, criticó que era literatura barata, la cual no merecía atención alguna por su parte, por mucho que el título fuese raro o llamativo “los hombres que no amaban a las mujeres” de un autor de nombre impronunciable Stieg Larson. La muchacha famélica de la portada no le provocaba curiosidad para coger el libro sino todo lo contrario, por lo que optó por dejarlo en un estante de la librería de su despacho, con la esperanza de que cayese pronto en el olvido.

Al llegar a casa hoy procedente de la Universidad, Don Esteban venía dándole vueltas a la cabeza, pues se ha encontrado a cantidad de gente leyendo en el transporte público el libro de la muchacha anoréxica roja en la portada. Fue hacia su despacho para echarle un vistazo, ya que realmente no lo había mirado detenidamente, porque viniendo de la arpía de su nuera nada bueno podía esperarse. Comenzó a leer la primera página de pie, pues solamente iba a hojearlo, pero quedó atrapado en ella. Con la vista fija en el libro anduvo unos cuantos pasos para poder sentarse y así leer algo más cómodo. El capitulo primero le produjo curiosidad, el segundo tuvo que dejarlo casi al final, por que su esposa vino a reclamarle para la cena, a la cual accedió ir, previa discusión con ella al sacarle de la lectura.

Don Esteban se llevó el libro a la cama, que tuvo que dejar por que doña Frasquita, su mujer, le obligó a apagar la luz. Cuando quiso darse cuenta, llevaba la mitad del libro leído. Le habían engañado, el jamás hubiese comenzado a leer un libro así, con una trama elaborada de antemano, con los detalles medidos y personajes creados milimétricamente para dar suspense al lector. Desarrollada en un país nordico del cual solamente se conocen los muebles de IKEA, la ceremonia de los premios Nobel y por las mujeres de pelo rubio que Alfredo Landa tan famosas hizo en su momento en las películas de los años 60. Se sentía estafado por su nuera, que era muy astuta pues se había llevado a su hijo de forma engañosa y ahora la había tomado con él obligándole a leer literatura barata. No obstante, a la vez que despotricaba sobre ella seguía consumiendo páginas del libro. Cuando quiso darse cuenta estaba en las últimas páginas de la novela. La había acabado en dos días. Maldita mujer, mira que hacerle perder el tiempo de esa forma, con esta clase de libros. Con esta manera de escribir la juventud no aprendía, deben de fijarse en los clásicos para saber escribir y saber lo que era buena literatura.

Hoy, Don Esteban, probablemente, llegue algo más tarde a casa por que al salir del trabajo se ha desviado un poco del camino habitual. Se ha parado en El Corte Inglés para comprar, de forma casi escondida, la segunda parte de la Trilogía Millenium.
Miguel

1/07/2010

CUMPLEAÑOS


Hoy, 7 de enero, se cumple un año de la apertura de mi blog. Lo abrí aconsejado por una amiga -mil gracias, Verdu- y en ningún momento me he arrepentido de ello.

Dos son las palabras que definen lo que ha significado para mí: evolución y aprendizaje.

Evolución porque en el día de hoy he hecho una retrospectiva de las primeras entradas que reflejaban en mayor o menor medida mi situación personal de entonces y viendo las entradas actuales compruebo que los cambios son muy evidentes. Todos para mejor.

Aprendizaje porque ha sido algo constante desde aprender a cómo escribir las entradas para captar más lectores hasta ir pensando como escribir, como tomar notas, apuntes, fotografías… para poder reflejarlo posteriormente en él. En este aprendizaje no he estado solo, he intentado aprender de todo aquel que tiene un blog o aquella persona que me ha dejado un comentario. De la curiosidad inicial de los amigos o conocidos pasé a los habituales seguidores: Víctor –como envidio tu imaginación-; Clara –mucho talento, mucho por descubrir y muchas escusas para no escribir-; T.M. –espero verte pronto con otro blog-; Loli –siempre el primer comentario y con muchas ganas de aprender-; Shurakay –cuantos acentos, comas y demás tenemos compartidos-; José Manuel – gracias, sabes lo que eleva la moral un comentario-;… También ha pasado por mi blog gente que me ha copiado, colocando en su blog mi cabecera y lo que en un principio me dio mucha rabia, una amiga me lo hizo ver de otra forma: si te copian es porque lo tuyo vale y él no es capaz de escribir algo para si. Así que… bien dejado está.

En el blog intento reflejar todo o alguna de las cosas que pasan por mi imaginación. Desde Julio estoy aprendiendo a escribir de una forma diferente. Hasta esa fecha había sido un poco autodidacta o escribía por impulsos, pero a raíz de un cursillo intensivo de relatos la escritura y literatura han tomado una perspectiva diferente incrementado mi interés por ello. Muchas de las cosas que estoy aprendiendo van en las entradas nuevas, en las sugerencias o criticas que comparto con vosotros o en aquellos ejercicios de clase que los inserto en él para ver opiniones diferentes.

No siempre ha sido fácil colocarme delante de la pantalla del ordenador y ponerme a escribir, ha habido momentos de sequía creativa, pero existe una cosa magnifica que se llama archivo y en más de una ocasión me ha sacado del apuro ¿Quién no ha recurrido a él alguna vez?

Con esto quiero dar las gracias a mis seguidores habituales, a aquellos lectores anónimos que no dejan comentarios pero que me lo transmiten a través de otros medios de comunicación y a todos aquellos que hayan dedicado algo de su tiempo a leer mi blog.

GRACIAS.
Miguel

1/02/2010

Juzguen ustedes

Ayer, uno de enero, me fui a dar un paseo por la playa tempranito. El cielo barruntaba un amanecer precioso. Las fotos están tomadas entre las 8.15 de la y 9.15 horas y las he colocado por orden cronológico y en ellas puede apreciarse la batalla entre el sol y las negras nubes. Gano el astro rey.
Juzguen ustedes si mereció o no la pena comenzar el año nuevo con este amanecer.
Miguel








1/01/2010

Nuestra memoria


"Nuestra memoria y nuestros sentidos son demasiados inseguros, demasiados parciales. Incluso podemos afirmar que muchas veces es imposible discernir hasta que punto un hecho que creemos percibir es real y a partir de que punto sólo creemos que lo es. Así que para preservar la realidad como tal, necesitamos otra realidad, que la relativice".

Al sur de la frontera, al oeste del Sol
Haruki Marukami