5/23/2022

Diario de un gueto, Janusz Korczak: sin la fórmula tradicional




Si hay algo que la literatura, o en concreto, los estudios de género literario exigen es la forma del texto, es decir, qué requisitos debe tener y contener para que sea considerada como tal. En este caso la pregunta a realizar es pertinente ¿qué debe contener un diario? Diario del gueto es un diario atípico, sin seguir de la fórmula tradicional establecida de querido diario y la fecha a continuación, sino que es un desarrollo argumentativo del mundo de la infancia, de los orfanatos, de la sociedad, de una ciudad –Varsovia– que vive momentos difíciles ante el avance imparable de la ideología nazi, sin seguir la línea establecida por la tradición canónica de los diarios y sin estar exento de una calidad narrativa.

Janusz Korczak, seudónimo literario del médico y educador judío Henryk Goldszmit, nacido en 1878 en Varsovia y muerto en 1942 en el campo de concentración de Treblinka. Su diario comprende desde mayo hasta el 4 de agosto de 1942. Nos encontramos con las vicisitudes que pasa un director de un orfanato para sobrevivir. Sobrevivir en todos los aspectos como ente o institución cultural así como los integrantes: niños (huérfanos, desvalidos, enfermos) y personal laboral. A través de sus páginas muestra cómo el dolor, el desaire racial, la falta de dinero, las injusticias, etc., de una sociedad cuyo eje vertebral es la imposición de una ideología política. Una prosa cargada de dureza y de temas a los que la sociedad no está acostumbrada a escuchar o en este caso leer: personas contratadas para dejar morir a los niños de hambre y conocidas como Las fabricantes de angelitos; condiciones de vida del orfanato y sobre todo de los niños: congelaciones, llagas, frío, desnutrición; el habituarse a encontrar cadáveres en la calle En un momento dado, miran el cadáver y reculan unos pasos sin interrumpir su juego. Sin embargo, Korczak confía en el ser humano, lo demuestra a través de dos hechos nimios: como es el pago de un billete de autobús de un niño mientras todos los demás viajeros no habían pagado su correspondiente billete; y como un párvulo puso su ración de comida diaria a un niño recién fallecido. La única justificación que tuvo es que es su ración.

El libro además de mostrar los infortunios de un colectivo, nos muestra la estructura social a través de notas a pie de página que complementan o explican la narrativa del autor por medio de los traductores. Pasamos por diferentes orfanatos, miembros de la sociedad con poder y sin él, por personas que de forma directa o indirecta afectan a la dirección del orfanato de Janus, para así tener una idea concreta de la formación de los estamentos sociales de la ciudad.

Traducido del polaco al español por Jerzy Sławomirski y Anna Rubió Rodon la edición de Seix Barral (2018) es la primera que se publica en España, y además de los textos de Korczak incluye una serie de fotos y un epílogo, del historiador y profesor experto en literatura polaca, Jacek Leociak, que profundiza en la semblante de Janusz Korczak lo cual permite construirse una imagen más firme del médico/escritor, que a pesar de su trágico final (junto a sus doscientos niños, tuvo al viajar en dirección a Treblinka) fue coherente con su ideología y la benevolencia que sostiene el mundo infantil.

Diario de un gueto es una obra que aporta detalles mínimos, de forma independientes pero que a su vez unidos aportan el sostén de una gran capa social y de los grandes acontecimientos que se viven para lograr un entendiendo más conexo del difícil momento histórico que les tocó vivir.


© Texto y foto 

Miguel Urda Ruiz






5/08/2022

El lunes nos querrán, Najat El Hachmi: una libertad apresurada

 





Dejar atrás un mundo anclado en la tradición cultural vertebrada por la religión, para encontrar la felicidad. Así podría resumirse el argumento de la novela El lunes nos querrán de Najat El Hachmi ganadora del premio del año Nadal en el año 2021. Una historia que permite al lector imbuirse en lo que significa vivir bajo los estigmas del patriarcado al ser hijo de inmigrantes, cuando se está disconforme con ese estilo de vida y se quiere ser libre.

Con la intención de mostrar un amor, y bajo el paradigma de confesión/carta la autora recorre la vida cotidiana de los magrebíes que han trasladado sus costumbres a un país, supuestamente, más avanzado social y culturalmente. Aspectos como la sumisión de la madre (mujer), la veneración (el obedecer y silencio) hacia el hombre, las comidas, las relaciones familiares, los vecinos, el que dirán, el salvaguardar la apariencia, los matrimonios concertados, el uso del velo, etc., queda patente en la novela. Bajo el punto de vista de la protagonista se refleja la dureza de la vida del inmigrante y el intento de seguir con el arraigo de su cultura en el extrarradio de una ciudad como es Barcelona. Es hacer un viaje continuo al interior de sí mismo y al exterior de las costumbres que refleja dos mundos, dos culturas, dos micro vidas que se delimitan a raíz de las vías de un tren que delimitan el extrarradio con la ciudad y la ciudad con el extrarradio y dónde el deseo de pertenecer a la matriz urbana mayor es esencial para seguir viviendo y donde los ojos de la gran urbe hacen la vista por no mirar las postillas de la sociedad arrojadas al extrarradio.

Bien estructurada con capítulos cortos y una narrativa ágil, nos encontramos con dos partes bien diferenciadas en la novela. En la primera construye el presente a través de la ilusión de una chica de diecisiete años. Su deseo de salir de una sociedad anquilosada, de ser una chica normal -léase una chica sin tener tabúes culturales arcaicos– donde puede ir al instituto e incluso a la universidad, enamorarse y ser feliz. Elementos que en la cultura musulmana están al margen o prohibidos para una mujer. Una segunda parte donde la realidad ya ha pasado por el filtro de la ilusión y el resultado es lo que hay y no queda más remedio que vivirlo o aceptarlo. Luchar contra el destino no siempre se puede o no siempre hay un resultado óptimo. A pesar de ello, esos capítulos breves y ágiles son el mayor obstáculo de la novela. La acción transcurre tan deprisa que la autora no se detiene en escenas que requieren más atención para así entrar un poco más en el palpitar de los sentimientos que perviven bajo una consigna religiosa. Incluso hay personajes como La parabólica, por ejemplo, que pide una historia propia; o Javier, construido superficialmente con la intención de reflejar un amor no permitido y que en la historia es desaprovechado.

No es hasta el final cuando queda patente la intención de la autora al dejar al descubierto la idealización de la protagonista del amor. No todo el amor reflejado en la literatura es idílico ni en la vida real lo es. No obstante, los esquejes de conocer la literatura que suelta por toda la novela son innecesarios y parece que quiere decir que ha leído a Bovary, Becquer o Karenina.. Hay muchas formas de utilizar la literatura, para no transmitir la sensación de querer decir que la conoce.

Najat nos aproxima al centro de dos micromundos dentro de dos culturas tan distintas, pero a la vez tan cercanas y que están obligadas a entenderse por la necesidad recíproca de cada una. La novela permite identificarse con la claustrofobia social de una religión, la ansia por tener una vida propia y la ilusión por traspasar las vías de un tren para buscar una libertad, solo que a veces no siempre tiene las características que se había soñado.


© Miguel Urda Ruiz

Texto e Imagen