
Llevaba mucho tiempo invertido en la infructuosa tarea de buscar dos plazas para el tren con destino a la felicidad. Siempre estaban todas ocupadas. Tras otra discusión nocturna con su marido se puso a navegar por internet. Volvió a buscar lo mismo. Esta vez sí lo encontró, sólo quedaba una, había una plaza libre. No dudó en aprovecharla.
4 comentarios:
Pues me parece un relato genial, como en tan pocas palabras has condensado una historia con su incio, nudo y desenlace, vamos.... "Lo que el viento se llevó" en un minuto.
Me ha encantado
Besote.
Miguel, nunca hay que perder el tren.
Estupendo micro.
Bsss
L;)
A mí también me ha gustado.
Lo breve si bueno dos veces bueno, no se dice ésto?
Saludos.
Es un relato fantástico. Dices tantas cosas con tan pocas palabras... es una historia muy larga al tiempo que escueta. Así es la vida!
Enhorabuena, porque aunque no hayas ganado el premio, eres un ganador!!!
Un abrazo,
Shury
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