5/19/2024

Los senderos del mar, María Belmonte: el despertar de la curiosidad




Suele suceder que lo más cercano a nosotros sea lo más desconocido. Esto es lo que plantea María Belmonte en Los senderos del mar realizar un viaje a pie por la zona de donde ella es originaria para conocerla con más detalle. Plasma este recorrido haciendo uso de un género literario que está muy en boga en nuestro país, aunque no es algo nuevo, el nature writing, dónde compagina el libro de viajes, la autobiografía y algo de ensayo, por lo que se puede decir que es una guía de viajes sin serlo, pero escrita por las manos de una escritora en este caso.

La autora hace un viaje, de forma intermitente, por la zona vasco-francesa, que inicia en Bayona y acaba en la playa de Zumarraga. Se acompaña de una mochila y ninguna responsabilidad que le obligue a hacer tal o cual itinerario. Nos va mostrando su recorrido estructurado en una serie de etapas programadas, de una forma somera, permitiéndo el capricho –improvisar en los viajes organizados es toda una osadía– de modificarlo o apartarse de lo planificado cuando lo requiera la ocasión.

Nos descubre lugares con una mirada a veces nostálgica, a veces curiosa y a veces intelectual. Transita por zonas que no están recogidas en las guías de viajes y que merece la pena visitar. La autora bilbaína hace referencias a la mitología, la pesca de la ballena, asentamiento de la zona como lugar de vacaciones de la burguesía, las mareas, personajes, etc. No obstante, hay momentos dónde el libro se hace demasiado geológico y a veces se excede con la minuciosidad de los datos históricos que va enumerando, que apartan la mirada del viaje inicial y con ello no quiero decir que no esté bien ampliado el conocimiento sobre el terreno, pero lo bueno ya se sabe que siempre debe ser breve.

Aunque Belmonte viaja sola, se acompañada de un equipo logístico puntual, ya sea a través de amigos, o amigos de sus amigos, que cumplen la misión informativa del momento y que le permiten visitar playas antes de que las mareas las invadan; de ver atardeceres en lugares estratégicos sin estar ocupados por turistas. Hace un repaso histórico sobre la zona que deja ver, el porqué de la importancia de la zona en el pasado y del que hoy casi que vive de espaldas a ello. Solo las personas curiosas e inquietas infieren lo mucho que el tiempo del ayer, puede repercutir en el presente. Es por ello, que todo esto, acompañado de pensamientos, reflexiones, de querer profundizar en sus raíces sin caer en la niñería que a veces trae consigo la nostalgia sirve para consolidar su pasión viajera y sobre todo el querer compartirla.

El libro publicado por la editorial Acantilado no defrauda, sino que incita a programar ese viaje para tus próximas vacaciones o para un futuro no muy lejano, ya sea recorriendo el mismo itinerario o diseccionando por zonas.

© Miguel Urda Ruiz

Texto y foto




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