Parte 2
Las bibliotecas necesitan adaptarse para sobrevivir, como siempre han hecho. [...] Las bibliotecas universitarias, atendiendo a las exigencias de los estudiantes, son ahora en la misma medida centros sociales y lugares de trabajo, y el silencio catedralicio que las caracterizaba es algo del pasado.
Los autores, con una documentación muy profusa, entran en el quid de la cuestión de las bibliotecas y lo que supuso, por ejemplo, en el Nuevo Mundo tras el descubrimiento de América o tras la Guerra de la Independencia en los Estados Unidos de Norteamérica. Y sorprende ver cómo el libro es un arma de negocio; cómo surgen los coleccionistas o vendedores de segunda mano, incluso la creación de un catálogo de libros para ser vendidos. Otro aspecto a destacar es la colonización de Oceanía y la apertura de las primeras bibliotecas en Nueva Zelanda o Australia. Detrás de todas ellas hay algo más que ser un simple recinto que acoge libros.
La imprenta tiene su propio apartado y sorprende leer cómo su puesta en marcha fue a lo largo de veinte años y los costes que suponía imprimir, teniendo además como enemigos a los monjes que veían peligrar su labor centenaria.
Para todo aquel que lee, escribe o estudia, el término biblioteca tiene una connotación propia y sabe que es un refugio que le ayudará a crecer en su conocimiento personal. Biblioteca: una historia frágil es un libro para acudir a él porque deja muchas aristas abiertas a la curiosidad y a seguir investigando por cuenta de uno mismo, pues proyecta líneas de futuro y de pasado que al usuario de las bibliotecas se nos pasan de largo. ¿Qué libros deben incluirse en una biblioteca? ¿El canon de clásicos ha sido siempre el mismo en la historia? ¿Los libros de una biblioteca tienen valor emocional o económico? Además, los autores muestran cómo el libro ha sido un arma cultural política (biblioteca de judíos en Alemania nazi, por ejemplo, o dictadores) y que ha sufrido los vaivenes de cada época histórica y ahora, cuando se acaba el primer cuarto del siglo XXI, el libro es objeto de debate, sobre su pervivencia, calidad, títulos impresos, Internet (arma de doble filo). Sin embargo, ahí está y sigue sobre los anaqueles de las librerías, en los estantes de las bibliotecas oficiales y ocupando un lugar privilegiado en los hogares.
Publicado por Capital Swing, pasamos por la historia de las bibliotecas con sorpresa y queriendo saber más, pero queda claro que "el artefacto", como definen al libro sus autores, es un arma muy poderosa en cualquier momento histórico y circunstancia. Al igual que una biblioteca un futuro sin libros, es algo impensable. El tiempo y los libros van de la mano. Queda constatado y reafirmado por los autores A. Pettegree y A. der Weduwn que sabe adaptarse a cada momento de forma discreta, simple, básica; solo hay que mirar a nuestro alrededor y contemplar su presencia.
© Miguel Urda Ruiz
Texto y fotografía
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