No soy muy amigo de los best seller, aunque tienen una función de relax cuando quieres leer algo simple y no hay que prestarle mucha atención. En las pasadas Navidades me regalaron el primer volumen de la trilogía
Millennium: “Los hombres que no amaban a las mujeres”, libro que en el transporte públi

co de pequeñas y grandes ciudades tiene ocupado al viajero, y ahora es fácil verlo sobresalir entre todos los bártulos y cachivaches que conlleva un día o un rato de playa.
Ya de por sí me mostró desconfianza cuando lo ojeé y vi que tenía letras grandes, márgenes amplios y doble espacio. Estos signos ponen en alerta al lector con un poquito de bagaje literario.
Comencé a leerlo y debo decir que me atrapó, pero más por su fácil lectura que no te obliga estar demasiado atento, que por su calidad narrativa. Sin darme cuenta, fijé los ojos en la página ciento veinte, doscientos noventa, cuatrocientos ochenta y la lectura del libro acabó en un corto espacio de tiempo. Pero esto no quiere decir que me gustase, sino todo lo contrario, me dio mucho coraje haber perdido el tiempo leyendo un libro de estas caracteristicas.
Si nos fijamos un poco en su estructura vemos que está todo calculado al milímetro: páginas, acción, personajes, capítulos cortos, trama interesante, personajes ágiles, extraños y vivaces… Digamos que se ha hecho un libro siguiendo una receta de cocina: ahora eche acción, ahora habla A, ahora acción, ahora agreguemos un ingrediente nuevo, ahora habla B… Es un libro donde te lo dan todo resuelto, no deja lugar para el pensamiento, de hecho un best seller es eso: “lo que mejor se vende”, que no siempre es calidad. Cabe destacar el país donde se desarrolla la acción: Suecia, que para nosotros es prácticamente desconocido exceptuando dos cosas: Ikea y los premios Nóbel y habría que preguntarle al Ministerio de Turismo Sueco si se han incrementado las visitas a su país desde que salió publicada esta trilogía.
Pero no todo es negativo, pues hay que tener en cuenta que este libro ha puesto de acuerdo a millones de lectores, cosa que no es fácil en el mundo literario, y no deja indiferente a nadie. Todo el que lo lee tiene opinión, aunque también hay gente que sin leerlo opina.
Que para un lector novato le parezca interesante, me parece estupendo, pues esto probablemente le lleve a leer la segunda y tercera parte y, quizás motivado por

la curiosidad lea, otro libro y otro y quién sabe si se aficiona a la lectura.
En un foro pude leer algo que me dejó muy sorprendido y de loque se ha hablado muy poco. Esta novela es un plagio de “Lugar de Ejecución”, de Val Mc Dermind. No la he leído ni tenia constancia de su existencia, pero ya por el hecho de que algo ha sido ocultado voy buscar a información sobre ella y comprobarlo por mí mismo. Ya os contare si es tal y como dicen.
He podido leer que el autor Stieg Larsson, quién falleció poco antes de ver publicado su éxito literario y saborear el económico, dejó la cuarta parte casi acabada, lo cual, viendo el filón comercial que ha supuesto esta trilogía, me hace pensar que en el próximo verano o en las Navidades del año 2010 veremos la cuarta parte y… ¿quien me dice a mí que no habrá quinta? Tiempo al tiempo.
Como recomendación, decir que no compréis de primera mano los libros de esta serie, pedirlos prestados en la biblioteca, a algún amigo, bajáoslos de internet… Si decidís comprarlos hacedlo en tiendas de segunda mano o en Ebay –donde hoy se puede encontrar la segunda parte por diez euros e incluso a menor precio- y, por favor, Rafa -coleguita de tantas aventuras-, no quiero que me regales la segunda parte de esta trilogía. Gracias.
Miguel