3/24/2010

Detalles


Cuando le presentarón a su nueva compañera de trabajo, como siempre, él se enamoro al instante.
Tras mucho insistir, ella accedió a una cita.
El se esmeró en todos los detalles: rosas, champagne, fresas, luz tenue, música suave…
La noche estaba siendo increíble.
En el momento más íntimo de la velada él la llamó por el nombre de su ex mujer.

©Miguel Urda

3/20/2010

DOMINGO

Hoy sábado acaba mi experiemento-creativo-literario. Quiero dar las gracias a todos los que de una u otra forma me habéis hecho comentarios, ya hayan sido por e-mails, por el blog o en viva voz. He tomando buena cuenta de todo lo que me habéis dicho. Hay cosas que me han sorprendido y otras que esperaban que fuese así, pero todo queda anotado para seguir trabajando en él.
No me ha sido fácil adaptar casi veinte folios a el formato que este medio exige para leer y es posible que a vosotros os haya resultado algo pesado a lo último, personajes que no cuadran en un pensamiento lógico, silencios, alguna incoherencia... pero he considerado que era necesario hacerlo de esa forma, para obtener el resultado que yo quería obtener.


G R A C I A S
Miguel


Domingo 15
He dormido solo en casa. Ni una escusa, ni una justificación de su ausencia. Incluso diría que faltán cosas suyas en el cuarto de baño.
Como forma de compensación he ido a relajar mi cuerpo. Hoy le ha costado más a la prostituta que me corriese. No consigo empalmarme. Me estoy quedando arruinado entre las putas y el psicólogo.
Igual debería tomar una decisión. Ponerla entre la espada y la pared, aunque es posible que ella ya haya tomado la decisión. Creo que yo saldría perdiendo. De todas soy un perdedor nato desde que nací, no le temo a la verdad, solo le temo a una soledad obligada.

©Miguel Urda

3/19/2010

SABADO


Sábado 14
Me he armado de valor y se lo he preguntado: “¿Tienes un amante?”
Cómo respuesta, he recibido un esbozo de sonrisa.
¿Es justo? ¿Me merezco este trato?
¿Cuántos días hace que no hablamos? Quisiera que me hablase, que me mirase a los ojos y me dijese “si” o “no”. Duele más la incertidumbre que la verdad.
Las horas pasan con una inexorable lentitud.
Los sábados el teléfono esta mudo. Presiento que esto llega a su fin. El silencio hace un daño mortífero. Mi soledad es cada vez es más acusada. La temo a pasos agigantados.

© Miguel Urda

3/18/2010

VIERNES


Viernes 13
¿Debo ser supersticioso? Le temo a este día y no es porque sea viernes y trece, sino porque significa el comienzo de cuarenta y ocho horas de densa tensión, de silencios incómodos en casa, donde el tiempo parece no querer transcurrir.
Hoy me he preguntado si tendrá un amante. Igual ésta es la respuesta a todas mis preguntas, pero en caso de que sea afirmativo, ¿por qué continuar con esto?
Once de la noche. Acaba el viernes, me voy adormir. Igual consigo despertar el lunes.
©Miguel Urda

3/17/2010

JUEVES

A lo largo de esta semana (de domingo a sábado) iré volcando aquí un diario-experimento-creativo-literario que estoy intentando desarrollar. He adaptado el tamaño de las entradas a la rapidez que exige el lector internauta. De las opiniones o comentarios que vosotros me deis optaré por un camino u otro para seguir trabajando en estos textos.
Miguel

Jueves 12
¡Que mierda de vida! El psicólogo me ha preguntado si creo que tengo la culpa de algo. Sí que la tengo. Tengo la culpa de quererla tanto. “¡Qué mierda de vida!”, me digo a mí mismo repetidas veces. En ocasiones creo que ir a terapia me pone peor, me deja más trastocado de lo que yo iba. Dicen que eso es bueno, que te hace replantearte las cosas de otra forma. No estoy muy seguro de que sea así ¿Cuántas preguntas le formulo al hombre que está detrás de la mesa? Y no me responde a ninguna con claridad. “Te doy caminos, opciones para que tú tomes lo que creas más conveniente o correcto”, me dice. ¿Cuál es el camino correcto cuando ves que tu mujer te ignora, pasa de ti?
©Miguel Urda

3/16/2010

MIERCOLES

A lo largo de esta semana (de domingo a sábado) iré volcando aquí un diario-experimento-creativo-literario que estoy intentando desarrollar. He adaptado el tamaño de las entradas a la rapidez que exige el lector internauta. De las opiniones o comentarios que vosotros me deis optaré por un camino u otro para seguir trabajando en estos textos.
Miguel

Miércoles 11
Las prisas matutinas han provocado que nos encontremos los dos casi desnudos en nuestra habitación. Yo salía del baño hacia el cuarto y ella entraba. Ha sido un momento incómodo para los dos, pero creo que para mí algo más. Al ver su cuerpo desnudo envuelto únicamente en una toalla he recordado lo mucho que nos amamos tiempo atrás. Me gustaría preguntarle si aún me quiere. Y no es que me falte valor, solo que no obtendría ninguna respuesta por su parte. Ella apartó la mirada cuando me vio salir con la toalla alrededor de la cintura. ¿Abrumada? ¿Sorprendida? No lo sé.

Me doy cuenta de que hay días en que salgo de casa con el pensamiento trastocado y regreso así, sin poder apartarlo un momento de mi cabeza.

Hoy he acudido al placer de pago de nuevo, pero creo que lo utilizo como una forma de desahogo de mi vida diaria. Ya soy conocido en la casa de citas, casi siempre las chicas son diferentes, excepto las que te reciben. Es un mal rato el que paso, por mucho que uno use sus servicios. Hoy he tenido un “gatillazo”; sí no se me ha levantado, pero no me ha preocupado, y creo que a la persona que estaba conmigo tampoco. Ella solo pone su cuerpo y, en esa situación, no tiene derecho a opinar. Son las circunstancias las que me provocan esto.

Cuando termino, me siento sucio, culpable. ¿Por qué?

© Miguel Urda

3/15/2010

MARTES

A lo largo de esta semana (de domingo a sábado) iré volcando aquí un diario-experimento-creativo-literario que estoy intentando desarrollar. He adaptado el tamaño de las entradas a la rapidez que exige el lector internauta. De las opiniones o comentarios que vosotros me deis optaré por un camino u otro para seguir trabajando en estos textos.
Miguel
Martes 10
Más de una vez pienso que me gustaría acabar con todo esto de forma inminente. Hoy hemos discutido por una tontería, la rotura de una taza de café. Si soy sincero, me ha sacado de mis casilla, me hubiese gustado matarla allí mismo, estrangularla en la mesa de la cocina, intentando imitar alguna escena de cine negro clásico. He tardado mucho tiempo en tranquilizarme. Cogí el coche y me marché porque no me veía responsable de mis actos. Cuando he parado a repostar gasolina me eché a llorar. ¿Por qué esta situación? ¿Por qué ha cambiado tanto ella? ¿Dónde está toda aquella ternura? ¿Por qué me maltrata de esta forma? Ella sabe que la quiero, que lo es todo para mí. No lo entiendo. Cuando comenzó el distanciamiento, le propuse ir a una terapia de pareja pero ignoró mi propuesta. No obstante a pesar de todo lo que me está haciendo sufrir, lo vuelo a repetir: yo la quiero. Aún me gusta verla dormir, sentir su olor en la casa, notar su presencia.
Llevo sufriendo mucho tiempo y sin una razón, sin un por qué. El terapeuta me lo dice: “hay veces que no somos conscientes del dolor que provocamos”, nos metemos en nuestro mundo y no dejamos participar al otro. No le he dicho que voy a un psicólogo; pero esto me duele menos que el hecho de acudir a la prostitución. Cuando voy a ella, siento que la estoy engañando. Me siento sucio. Una vez me eché a llorar. Por la cara de circunstancia de la pobre dominicana, creo que nadie le había echo algo así.
© Miguel Urda